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2012/07/17

La telerrealidad se cuela entre los emprendedores de Silicon Valley


En EE UU, paraíso de la telerrealidad, hay programas pseudodocumentales sobre cualquier asunto imaginable: amas de casa en California, diseñadores en Nueva York o tatuadores en Miami. Había, sin embargo, un ámbito en el que las cámaras no se habían adentrado aún, un territorio virgen que, a partir de otoño, tendrá su propia serie: Silicon Valley. Ahora el mundo sabrá que la meca de las empresas tecnológicas está plagada de jóvenes fiesteros que compaginan una alocada vida nocturna con ingeniosas creaciones digitales.
Silicon Valley —el nombre provisional que le ha dado la cadena Bravo— será, en cierto modo, una versión televisiva del afamado filme La red social, que narró la tortuosa creación de Facebook. De hecho, la nueva serie cuenta con una productora ejecutiva que conoce bien aquellos hechos: Randi, la hermana de Mark Zuckerberg, que hasta el pasado agosto era directiva responsable de mercadotecnia de esa red social. De entrada, su nueva labor ha sido la de aplacar los ánimos entre los residentes de Silicon Valley que creen que la serie se burlará de ellos.
“Como miembro de la comunidad, entiendo que habrá escépticos y detractores. Pero creo que este programa llega en una época muy importante. Dado el clima económico actual, creo que es muy positivo que los medios generalistas celebren el espíritu emprendedor y retraten a aquellos que persiguen la innovación y la creación de nuevas empresas”, dijo Randi Zuckerberg en un comunicado publicado en Facebook.
¿La reacción? Para algunos, de asqueo. “Ay, Dios. Un nuevo reality sobre Silicon Valley. Por favor, quedaos en Los Ángeles”, tuiteó Kevin Rose, cofundador de empresas como Digg o Pounce, considerado uno de los patricios de Silicon Valley. Es comprensible. El tráiler del programa muestra a un grupo de jóvenes soltando lindezas como: “Silicon Valley es como el instituto, pero con chavales más inteligentes, y con mucho dinero”. La responsable de esa cita es Kim Taylor, que se define como emprendedora y exbailarina para la liga de baloncesto de la NBA.
Taylor y los demás protagonistas son más bien actores de segunda en la meca de la tecnología. No aparecerán ante esas cámaras quienes de verdad mueven los hilos, como Mark Zuckerberg o los fundadores de Google, Sergey Brin y Larry Page. De famosos como ellos no se ocupa la telerrealidad, sino películas de Hollywood de elevado presupuesto.

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