La medida implica que se modifican los métodos de determinar si se ubican los anuncios en una fanpage, y llega tras las quejas de algunas empresas que no veían con buenos ojos que su publicidad se viera en páginas que incluyan contenido controvertido.
Básicamente, la red social garantizará a los anunciantes que lo deseen que sus anuncios no aparezcan en fanpages y grupos que incluyan contenidos violentos y sexuales.
Desde Facebook han afirmado que revisarán todas las páginas consideradas “polémicas” y retirarán los anuncios que no encajen en ellas, de forma que se evite el enfado de las empresas que invierten dinero en publicitarse en la red social.
Fuentes de la empresa han reconocido que a pesar de que hacen una revisión exhaustiva de los contenidos que violan sus términos de uso, deben de esforzarse todavía más para evitar que la publicidad de sus anunciantes se muestre en esas páginas y grupos controvertidos.
Un ejemplo de ese tipo de fanpages serían las de venta de juguetes sexuales, un apartado en el que han recibido quejas de empresas que han visto sus anuncios aparecer en esas páginas.
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