El futuro de internet está en juego en Dubai. Allí, la Unión Internacional de Telecomunicaciones (UIT), un organismo de Naciones Unidas, inició ayer un encuentro en el que reguladores nacionales de 193 países se reunirán durante dos semanas para debatir y fijar un nuevo tratado sobre internet. Una cumbre, que para muchos expertos como Vinton Cerf, considerado como uno de los padres de internet, puede poner fin a la internet libre y abierta que conocemos hoy.
La polémica claramente está servida. Por un lado, el secretario general de la UIT, Hamadoun Touré, defiende que es necesario un nuevo tratado sobre internet para asegurar una inversión en infraestructuras que ayude a la gente a acceder a la red. En su opinión, "la brutal verdad es que internet sigue siendo un gran privilegio del mundo rico y la UIT_quiere acabar con ello", informó la BBC. Por otro, empresas como Google animan a los usuarios a movilizarse y a exigir que internet siga siendo libre y que la UIT no imponga una legislación que, asegura, pueda afectar a la autonomía de la red.
La reunión de Dubai supone la primera gran revisión de la normativa de telecomunicaciones desde 1988 y el organismo de Naciones Unidas asegura que existe una necesidad de que el nuevo tratado refleje las tecnologías nuevas desarrolladas en los últimos 24 años, y que ya se han impuesto como algo cotidiano.
Según ITProPortal, las regiones participantes han llevado a Dubai 900 propuestas para cambiar la regulación. Pero hay dos especialmente polémicas, una referida al cobro de tasas a los sitios web de streaming (promovida por la Asociación de Operadores Europeos de Telecomunicaciones para "garantizar un modelo de calidad de internet"), y otra que apuesta por elevar el control de los gobiernos sobre la red, algo que, según muchos expertos, puede llevar a una vigilancia gubernamental excesiva, permitiendo que los gobiernos puedan reclamar a los proveedores de servicios en la web cualquier información sobre sus usuarios sin garantías para estos.
Google lleva días quejándose de que ni las compañías, ni los internautas ni los ingenieros que están tras internet tendrán voz ni voto en la reunión. Critican que las decisiones que se adopten en la cumbre, que es a puerta cerrada, serán puramente políticas. En este sentido, EE_UU ha advertido que algunas de las propuestas presentadas son alarmantes. Y ya ha dejado claro que no es partidaria de que la UIT tome las riendas sobre la gobernanza de internet, sino que apuesta por un modelo "descentralizado" como el actual.
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