Microsoft y Google se han enzarzado en una guerra de declaraciones por la forma en que abordan la privacidad de los usuarios durante la navegación por internet. Microsoft acusó ayer a Google de vulnerar opciones de privacidad de su navegador, Internet Explorer, cuando este impide la instalación de una cookie (un pequeño archivo que permite rastrear las páginas web que se visitan).
Todo comenzó la semana pasada, cuando The Wall Street Journal publicó que Google usaba un método para saltarse la opción que lleva por defecto el navegador de Apple, Safari, que impide que se guarden cookies de terceros –por lo general, anunciantes–, lo que podría perjudicar los intereses publicitarios del buscador.
Google respondió que, pese a ser cierta, esa vulneración de la privacidad era involuntaria, pues se debía a que el método que empleó para identificar cuando un usuario de Safari tenía una sesión abierta en Google dejaba abierta la instalación de cookies de terceros. La compañía del buscador aseguró que había corregido el problema y que los usuarios de los navegadores Internet Explorer, Firefox y Chrome no habían tenido este mismo problema.
A raíz del artículo de The Wall Street Journal, los ingenieros de Microsoft indagaron si Google se saltaba la privacidad de su navegador. "La respuesta es que sí", según explicó ayer en un blog oficial Dean Hachamovitch, vicepresidente corporativo de Internet Explorer.
Según Hachamovitch, "el resultado es similar a las recientes informaciones sobre las vulneraciones de Google de la protección de la privacidad en el navegador Safari de Apple".
El navegador de Microsoft utiliza un sistema de privacidad llamado P3P que obliga a las páginas a enviar un formulario en el que describen cómo utilizarán las cookies de los usuarios.
Pese a que esa declaración es obligatoria, Google ha conseguido un método para sortear las restricciones y permitir la instalación de cookies de terceros.
Google respondió a Microsoft que había "omitido información importante" en su comunicado y afirmó que P3P es "poco práctico" y "difícil de cumplir" hoy en día, con páginas como Facebook con su botón "me gusta". Google ha insistido en que las cookies no han recopilado datos personales.
El descubrimiento procede de un investigador de la Universidad de Stanford, Jonathan Mayer, quien afirma que cuando se activa la codificación de Google, este puede rastrear "la navegación de los usuarios a través de una vasta mayoría de páginas de internet".
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