Científicos estadounidenses anunciaron que descubrieron la forma en que el cerebro escucha palabras, en lo que los investigadores califican como un gran avance para ayudar a volver a comunicarse a las personas que sufrieron una parálisis o un derrame cerebral.
Al situar electrodos en el cerebro de sujetos sometidos al estudio y solicitarles que escucharan conversaciones, los científicos fueron capaces de analizar las frecuencias de sonido registradas y adivinar qué palabras estaban siendo escuchadas.
"Nos centramos en cómo el cerebro procesa los sonidos del habla", explicó a AFP el investigador Brian Pasley, del Instituto de Neurociencia Helen Wills de la Universidad Berkeley de California.
"La mayor parte de la información en un discurso se sitúa entre uno y 8.000 hertzios. Esencialmente el cerebro analiza, de alguna forma, las diferentes frecuencias de sonido en diferentes lugares" de sí mismo, explicó.
Al entender cómo y dónde registra los sonidos el lóbulo temporal -el centro del sistema auditivo- los científicos pudieron generar un mapa de las palabras y recrear tal y cómo fueron escuchadas.
"Cuando una zona particular del cerebro está siendo activada, sabemos que corresponde aproximadamente a alguna frecuencia de sonido que el paciente está escuchando en ese momento", apuntó Pasley.
"Así que pudimos crear un mapa que nos permitiría hasta cierto punto usar la actividad del cerebro para resintetizar el sonido por las frecuencias que estamos adivinando", añadió.
Una palabra que los investigadores pudieron identificar fue "estructura". La alta frecuencia del sonido de la 'S' mostró una cierta pauta en el cerebro, mientras que la baja armonía de la 'U' apareció marcando una pauta diferente.
"Hay hasta cierto punto una correspondencia entre las características del sonido y la actividad cerebral que causan" y juntar el registro físico en el cerebro nos ayudó a reconstruir las palabras, explicó Pasley.
El próximo paso para los investigadores es averiguar cuál es la similitud del proceso de escuchar sonidos al de imaginarse palabras y ruidos.
Estudios previos han sugerido que podrían ser parecidos, aunque es necesaria más investigación, afirmó Pasley.
Esta información podría ayudar algún día a los científicos a determinar qué es lo que quieren decir las personas que no pueden hablar físicamente.
"Esto es importante para pacientes que tienen sus mecanismos de habla dañados y no pueden comunicarse debido a un derrame cerebral o a la enfermedad Lou Gehrig's", dijo en un comunicado el coautor del estudio, Robert Knight, profesor de psicología de UC Berkeley.
"Si pudieramos finalmente reconstruir a través de la actividad cerebral conversaciones imaginarias, miles de personas podrían beneficiarse", añadió.
El estudio aparece en la edición del 31 de enero del diario de libre acceso PLoS Biology, indicó AFP.
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