¿Competencia desleal? Depende de quién responda. Amazon, el mayor supermercado de la Red, ha presentado una campaña en Estados Unidos que sus detractores califican de ataque a los fundamentos básicos del comercio. La promoción, de cara a las fiestas navideñas, ofrece un 5% de descuento (hasta cinco dólares) a los clientes que compren hasta tres productos en Amazon si han comprobado previamente su precio a través de la aplicación móvil de ese supermercado, mientras se hallan en una tienda física.
La aplicación móvil de Amazon permite escanear códigos de barras o incluso tomar fotos de productos, para buscarlos en el inventario de esa tienda online y comprarlos más baratos de lo que se venden en las tiendas físicas. La fórmula es sencilla: un cliente acude a una librería, ve un libro que cuesta 20 dólares, le toma una foto, busca entre las ofertas de Amazon y lo encuentra más barato. Lo compra y, además, obtiene un descuento adicional de cinco dólares. El libro, además, le llega por correo a casa.
De ese modo, la competencia llega a colarse dentro de las propias tiendas, grandes o pequeñas, en forma de teléfono móvil. Y además, Amazon alienta a sus clientes a emplear esos métodos, que los comerciantes tachan de belicosos. El sector del comercio norteamericano se ha levantado en armas.
"Los comerciantes competimos en el asunto de los precios los 365 días del año, y no hay época en que esa competencia sea más dura que la de las compras navideñas", asegura Katherine Lugar, vicepresidenta ejecutiva de una patronal de las grandes superficies, Retail Industry Leaders Association. "Dado que Amazon evade el cobro de impuestos a nivel estatal, se permite explotar un agujero en el sistema de impuestos, diseñado antes de la era de Internet, que le concede una ventaja en los precios de entre el 6% y el 10% sobre sus competidores en los negocios normales... La promoción agresiva de su aplicación móvil demuestra hasta qué punto quieren explotar ese vacío legal".
Es cierto que el gran supermercado online ya se ha granjeado numerosos enemigos por no cobrar tasas sobre la venta en la mayoría de sus transacciones. De momento, sólo cobra impuestos en productos enviados a los estados de Kansas, Kentucky, Nueva York, Dakota del Norte o Washington. En menos de un año cobrará impuestos también en California, después de una campaña de presión por parte de las agrupaciones de comerciantes. La ley estipula que un comercio online sólo puede cobrar impuestos en aquellos estados donde tenga presencia física.
Sus críticos aseguran que el éxito de Amazon se fundamenta sobre esa ventaja en precios. El asunto ha llegado hasta el propio Senado. La legisladora Olympia Snowe, republicana de Maine, ha exigido a Amazon que cese sus ataques al comercio tradicional. "La promoción de Amazon", ha dicho, "es un ataque al comercio tradicional, que es el que emplea a trabajadores en nuestras comunidades. Los pequeños comercios luchan a diario para competir con grandes superficies, como el propio Amazon. Incentivar a los consumidores para que espíen a las tiendas locales es ir demasiado lejos".
Amazon se ha limitado a responder con un breve comunicado, en el que asegura: "El objetivo de la aplicación [llamada PriceCheck] es facilitarles a los clientes el acceso a la información relativa a un producto, incluido su precio y las críticas de los compradores, del mismo modo que la podrían encontrar en la Red".
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