Con Grand Theft Auto V recién anunciado y Australia cada vez más cerca de hacer realidad su cambio legislativo para permitir que los videojuegos se puedan clasificar en tramos de edades hasta los 18 años, como en todos los mercados del mundo occidental, la polémica vuelve a surgir en torno al veterano Grand Theft Auto IV.
El fiscal general Greg Smith, que votó a favor de la reforma de la legislación de clasificación por edades en verano, ha salido ahora en la televisión australiana pidiendo que se prohiba la venta del juego de Rockstar. No es el único foco de su ira: Saints Row: The Third, en su opinión, "glorifica las bombas en gasolineras." En Australia los puestos de fiscal general se otorgan en procesos electorales.
No solo él ha iniciado una campaña contra los videojuegos. Un grupo cristiano de presión, el Australian Christian Lobby, liderado por Jim Wallace, asegura que si el tristemente famoso Anders Behring cometió la masacre de Noruega fue porque pudo practicar con Call of Duty, lo que en su opinión demuestra que los videojuegos incitan a la violencia.
Se trata de críticas oportunistas, pues en estas fechas debe debatirse el tramo final de la reforma del sistema de clasificación por edaes para Australia.
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