Entre los diversos incidentes de privacidad relacionados con las redes sociales e Internet, este fue un caso que no pasó inadvertido. Un cliente de una operadora telefónica decidió un día solicitar todos los datos que la compañía almacenaba en sus bases de datos sobre su perfil. El pedido era explícito: no se trataba del archivo que contabiliza la cantidad de minutos consumidos, ni de las llamadas entrantes y salientes; sino de los registros de movimientos que la firma mantuvo en los últimos seis meses .
La tarea no fue sencilla, y sólo se pudo lograr mediante una orden judicial. Los resultados fueron sorprendentes: la Deutsche Telekom mantuvo un seguimiento que contenía más de 35.000 registros que detallaban las ubicaciones que tuvo de Malte Spitz, el demandante, entre agosto de 2009 y febrero de 2010 . Y todo eso sucedió sólo por usar el celular.
Spitz logró su cometido: incentivar el debate sobre qué información personal de los clientes retienen las empresas de telecomunicaciones. No sería extraño que este joven de 27 años, miembro de la Chaos Computer (una organización alemana de hackers que pregona el libre acceso a la información y el software libre, entre otros temas) tenga afinidad por temas relacionados con la tecnología.
Sin embargo, su perfil va más allá de su activismo: participa de forma activa desde 2001 en Los Verdes, un partido político que tiene 30 años de trayectoria. Casi tan joven como el propio Spitz.
"Descubrí que vale la pena involucrarse de forma directa. Con el desarrollo de los nuevos medios gracias a Internet, este lugar comenzó a tener un aspecto muy interesante como lugar para el debate político: derecho de datos, derechos de autor, acceso a la información, entre otros temas", le dijo Spitz a lanacion.com , durante un desayuno que compartió con la prensa para impulsar la presencia de Los Verdes en Argentina.
"Asimismo, creo que mucha más personas, en especial los jóvenes, se interesan más en la política a través de esa conexión que generan estos medios. A su vez, la política también comenzó a tomar nota de estas interacciones y preguntas directas que se producen en la Red", agrega.
Pero no todo es tecnología para este joven político, de visita al país como coordinador internacional del partido Los Verdes. "No sólo es importante familiarizarse con los contenidos y términos, sino que además hay que tomar a Internet como un medio de participación, que permita generar transparencia a un entramado democrático".
Al respecto, Spitz pone como ejemplo la experiencia en España con el movimiento de indignados o en el norte de África con la primavera árabe. "Es un claro ejemplo que nos muestra que Internet puede erigirse como un megáfono para aquellos que han expresado sus ideas políticas, pero que hasta ahora no tuvieron su repercusión", agrega.
En este contexto, cree que las inquietudes que genera la tecnología no se circunscriben a un territorio geográfico, y que exige un trabajo en red a nivel mundial. "Así como el interés por el medio ambiente no se detiene en fronteras de los países, el libre acceso a Internet también exige el mismo tratamiento, para que exista un acceso global a la información", dijo el político.
Desde su lugar en Los Verdes, Spitz cree que la tecnología cada vez gana terreno en un mundo que cada vez es más digitalizado y comercial.
"La defensa del derecho a los datos y a la privacidad son valores que no sólo se deben exigir ante el estado, sino ante la industria y los poderes económicos", agrega el joven político alemán.
WikiLeaks, una herramienta útil, pero con reparos. Con amplia experiencia sobre temas que vinculan las libertades civiles y la privacidad con la tecnología, Spitz destaca, con algunos reparos, la importancia que tuvo en el plano político la plataforma on line liderada por Julian Assange.
" WikiLeaks es una iniciativa importante, porque a nivel mundial crece la tendencia a cerrar y bloquear la información bajo la excusa de la confidencialidad. En este contexto, me parece que se destaca porque permite descubrir violaciones de derechos humanos, casos de contaminación y denuncias de corrupción", opina.
No obstante, el político alemán critica su forma de proceder, ya que considera que no se puede ser tan fundamentalista en develar todo tipo de información.
"Debe existir una protección a la intimidad. Por ejemplo, aquellos datos de carácter privado que puede tener un contexto político son factibles de ser publicados. Sin embargo, no debería revelarse esa información privada que puede llegar a dar lugar a casos de discriminación", opina Spitz.
La Nacion
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