A finales de año, China lanzará el Tiangong 1, el primer paso hacia su estación espacial. Se trata de un módulo prototipo de ocho toneladas con capacidad para tres astronautas que podrían realizar una estancia corta. En 2013 se lanzará el segundo ensayo, ya más complejo, y en 2015 está previsto que se lance el módulo principal de la futura estación orbital.
En cuanto a sus aspiraciones lunares, China planea establecer en 2013 una sonda móvil en la superficie del satélite, a la vez que intentará poner un hombre en la Luna poco después de 2020.Una agenda extremadamente ambiciosa que podría convertir al país comunista en el nuevo líder espacial en apenas una década. Todo un hito, si se tiene en cuenta que no fue hasta 2003 cuando China envió un humano al espacio por su cuenta, cuatro décadas después de EEUU y Rusia. Incluso hoy, los expertos aseguran que Pekín está muy lejos de Washing-ton, "entre 20 y 40 años por detrás", según He Qisong, profesor de la Universidad de Ciencia Política de Shanghai.
"El liderazgo en el espacio es un elemento muy simbólico de las habilidades nacionales y la influencia internacional", ha afirmado Scott Pace, administrador adjunto de la NASAen el gobierno que presidió George W. Bush, a la agencia AP. "Y una disminución en el liderazgo espacial será vista como una declinación relativa del poderío e influencia de EEUU", advirtió Pace, quien apoyó el plan de Bush para que los estadounidenses volvieran a la Luna, proyecto más tarde descartado por el actual presidente del país, Barack Obama.
Planes quinquenales
"Una de las grandes ventajas del sistema [chino] es que tienen planes quinquenales, lo que les permite desarrollarse y planificar con mucha antelación", recordó Peter Bond, consultor para Jane's Space Systems and Industry. "Están progresando paso a paso, tomándose su tiempo y mejorando gradualmente sus capacidades. Están juntando todas las piezas necesarias para formar una industria espacial muy capaz y avanzada", continuó el experto.Además de la estabilidad política y la enorme ambición del gobierno comunista, la clave del ascenso de China es su brutal capacidad financiera. Ahora que la falta de dinero ha obligado a EEUU a echarse a un lado en la carrera espacial, al menos durante esta década, el país asiático se erige como único aspirante a tomar el relevo. Es más, si nada cambia, China tendrá en 2020 la única representación humana permanente en el espacio.
"Pekín no tiene intención de desafiar el dominio de EEUU en el espacio, pero es un símbolo del espíritu nacional que China desarrolle un programa espacial y es, por lo tanto, de gran importancia" para el país, considera el profesor He.
Algunos elementos del programa espacial chino despiertan recelo entre las grandes potencias. A EEUU le preocupa que sea el Ejército quien gestione y planifique la industria astronáutica, sobre todo después de ver cómo hace cuatro años China disparó un misil a uno de sus satélites muertos, lo que alarmó al mundo y provocó una crítica unánime al régimen. Si bien Pekín asegura que su programa espacial tiene fines exclusivamente pacíficos, el carácter militar del mismo ha hecho que Washington se muestre reticente a cooperar con Pekín.
Competidores
Eso sin olvidar el escándalo de 2008, cuando EEUU arrestó a cuatro personas acusadas de espiar para China, quien supuestamente les encargó el robo de secretos comerciales y de Estado, entre los que se incluyen detalles del programa espacial de transbordadores norteamericano.
Aunque China es la gran candidata a liderar la carrera espacial en el futuro, también otros países están invirtiendo grandes recursos. Rusia, de hecho, ha insinuado, sin mencionar tiempos, la construcción de una base lunar y un posible viaje a Marte, mientras India proyecta para el 2016 su primer vuelo espacial tripulado.
De momento, China está cumpliendo con los plazos, ya que prevé completar su segundo objetivo a final de año, con el ‘Tiangong 1’. Completado con éxito el Proyecto 921-3, el siguiente será lanzar una misión tripulada a Marte en algún momento entre 2040 y 2060. Antes, se enviará al planeta vecino un vehículo de exploración no tripulado hacia 2030.
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Aunque China es la gran candidata a liderar la carrera espacial en el futuro, también otros países están invirtiendo grandes recursos. Rusia, de hecho, ha insinuado, sin mencionar tiempos, la construcción de una base lunar y un posible viaje a Marte, mientras India proyecta para el 2016 su primer vuelo espacial tripulado.
Tres actos para convertirse en una gran potencia
Proyecto 921-3. Es el nombre técnico del programa de transbordadores de China. Fue creado en 1992 y tiene tres fases de desarrollo. La primera, lanzar una misión tripulada al espacio hacia 2002; la segunda, poner en órbita una estación provisional hacia 2010; la tercera, establecer una estación espacial permanente hacia 2020.De momento, China está cumpliendo con los plazos, ya que prevé completar su segundo objetivo a final de año, con el ‘Tiangong 1’. Completado con éxito el Proyecto 921-3, el siguiente será lanzar una misión tripulada a Marte en algún momento entre 2040 y 2060. Antes, se enviará al planeta vecino un vehículo de exploración no tripulado hacia 2030.
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