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2011/02/18

Un 'príncipe' para el software libre

¿Qué tienen que ver la Bolsa de Londres, Google y las centralitas telefónicas que se montaron tras el terremoto de Haití? Ninguna de ellas funcionaría sin software libre. Esa universalidad es una de las razones por las que la Fundación de los Premios Príncipe de Asturias estudiará la candidatura, que se lanza hoy, para otorgar el premio a la Cooperación Internacional a la comunidad del software libre.
También llamado GNU/Linux, código de fuentes abiertas o free software, el software libre se diferencia del propietario en que el código de los programas es abierto. Frente a lo que ocurre con el Windows de Microsoft, o los sistemas de Apple, los programadores pueden leer y revisar cada línea con la que se hizo el software. Su licencia también permite que cualquiera lo mejore e, incluso, haga su propia versión y monte su negocio con ella. A día de hoy, dos tercios de la infraestructura de toda internet dependen de servidores Apache, un sistema abierto. Tampoco habría sido posible la Wikipedia, con más de 1.260.000 editores, o la propia industria de Hollywood, que confía el 95% de sus servidores a GNU/Linux.
"El software libre ha eliminado las barreras al conocimiento", dice Miguel Jaque, director gerente de Cenatic, el organismo público que impulsa el software abierto en España y promueve la candidatura. España es también el líder mundial en su uso en la Administración pública. La mitad de los grandes sistemas usan programas free software. Una de las razones es el ahorro que supone no pagar licencias.

Con dinero público

Es el caso, precisamente, del Principado de Asturias, donde se entregan los premios. Allí empezaron hace siete años a implantar software libre. "Si se crea con el dinero de los ciudadanos, tiene que poder distribuirse y compartirse", dice la directora general de Informática del Gobierno del Principado, María América Álvarez. "Además, cuando sacamos un concurso, se presentan más empresas, y esta competencia genera riqueza", explica.
Las grandes empresas tienen otros argumentos a favor de GNU/Linux, como es la independencia tecnológica. "Necesitamos una seguridad que no puede depender de un monocultivo tecnológico", argumenta el responsable de interoperabilidad y software libre para el sector público de Telefónica, Roberto Santos. De hecho, el 42% de las empresas de tecnología usa programas de código abierto. 
Otra de las razones que explican la universalidad del software libre es el fomento de la industria tecnológica local. Mientras la mayoría de las grandes empresas que venden software cerrado son de EEUU, el código abierto ha permitido la explosión de compañías informáticas en todo el mundo. "Pequeñas y medianas empresas han accedido a productos de software muy avanzados", asegura Álvaro García, de Open Sistemas, una pyme que tiene entre sus clientes a gigantes como Carrefour. Sólo en Europa hay más de medio millón de personas empleadas en software libre.
Si tanto ha aportado, ¿por qué es el gran desconocido de la tecnología? Para Ramón Ramón, de la Iniciativa Focus, una asociación que trabaja en el apoyo al movimiento del free software, se debe a dos causas: "Las multinacionales siguen fomentando un modelo caduco pero que les renta. Y además, nosotros hemos pasado años con discusiones ideológicas, hablando de libertades, y olvidando la utilidad que ofrece al ciudadano".
Buscando esa facilidad de uso, fue como el programador Rodrigo Moya se puso a colaborar con Gnome. Hasta hace unos años usar Linux en el ordenador estaba vedado a los no expertos. El uso de un terminal en negro, como era el MS-DOS, en una era llena de ventanas de colores hacía poco amigable la interfaz de usuario de GNU/Linux. La cosa empezó a cambiar con sistemas como Gnome. Moya representa al programador linuxero. Trabaja en una gran empresa de código abierto como es Canonical. Pero una vez que acaba su jornada, y cuando ya nadie le paga, sigue mejorando Gnome. "Además de compartir las mismas inquietudes tecnológicas dentro de la comunidad, aportas tu grano de arena para que la tecnología sea accesible para todo el mundo", dice.
Tanto acento en la comunidad tiene un problema. ¿Quién será el encargado de recoger el premio si se llegara a ganar? "Nadie se puede arrogar la representación de la comunidad del software libre, tendremos que elegirlo entre todos", dice Miguel Jaque, de Cenatic. Tras el pistoletazo de salida, serán las empresas, instituciones e individuos los que tendrán que dar sus razones para convencer a la Fundación Premios Príncipe de Asturias. El plazo para las adhesiones acaba el 18 de marzo.

Argumentos para reclamar un galardón

Las actividades relacionadas con el software libre generan una facturación en torno a los 263.000 millones de euros en la Unión Europea, con una estimación del 4% sobre el PIB comunitario para 2010, según un estudio de la Comisión Europea sobre fuentes de código abierto.
Sólo construir Debian, una de las 300 distribuciones o paquetes informáticos GNU/Linux, habría costado casi 1.300 millones de euros a una sola empresa dedicando a ello 2.318 programadores durante seis años.
Sourceforge, la principal comunidad de programadores en software libre del mundo, cuenta con 2,7 millones de desarrolladores que tienen en marcha más de 280.000 proyectos.
Entre los sistemas basados en GNU/Linux están Android -el popular sistema operativo de Google para móviles y tabletas-, el proyecto Genivi -donde se han unido todos los fabricantes de coches para desarrollar tecnología- o Sequoia, el supercomputador más potente del mundo, que fabrica IBM.

Publico

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