Setenta y ocho periodistas fueron amenazados en Italia entre 2009 y 2010, según el informe «Oxígeno para la información», elaborado por el Observatorio de la Federación Nacional de la Prensa Italiana y presentado este miércoles en Roma durante un encuentro entre profesionales españoles e italianos.
El texto especifica que, de los 78 periodistas, 13 sufrieron agresiones físicas y 15 otro tipo de daños, además de los 36 que recibieron amenazas verbales o escritas y los 14 contra los que emprendieron acciones legales. Varios participantes en el encuentro, llamado «Noticias que molestan y periodistas amenazados. Italia y España», recordaron que los casos denunciados son «los mínimos» y aseguraron que en Italia hay «muchos más» que no han salido a la luz por el miedo de los protagonistas.
Entre los italianos que acudieron como ponentes estuvieron los periodistas de la RAI (radio televisión pública) Santo della Volpe y Maria Luisa Busi, que insistieron en la necesidad de fomentar el derecho a la información entre los ciudadanos «para mantener la cultura democrática» en países como Italia y España. Aseguraron que los riesgos de la profesión periodística no solo existen para los corresponsales de guerra y señalaron que es «fundamental» luchar de forma conjunta para defender la libertad de expresión y de información.
En la misma línea se manifestaron los periodistas españoles Miguel Ángel Aguilar y Miguel Mora, quienes reconocieron que en España el problema de las amenazas a estos profesionales «no existe», aunque ambos insistieron en la necesidad de defender los derechos de los ciudadanos y los informadores.
«Las libertades por las que tanto hemos luchado no se logran una vez para siempre, sino que están sometidas a agentes externos y se oxidan como los metales. Debemos luchar contra esta oxidación para que nuestros derechos no se degraden», indicó Aguilar durante su intervención. También apuntó que los comportamientos de la sociedad están relacionados con los contenidos que se emiten en televisión.
«Sistema de propaganda del Ejecutivo»
«Hay una relación entre lo que se le está dando al público y la manera que tiene éste de comportarse después, por lo que cuando se degrada la dieta mediática (los contenidos que emiten los medios de un país) es muy esperable que se degraden también los comportamientos públicos», advirtió Aguilar.
En el caso particular de España, Aguilar criticó que haya desaparecido un «ejemplo de buen periodismo como el canal de televisión CNN+ para emitir 'Gran Hermano'» y se mostró contento por el hecho de que el presidente del Gobierno español, José Luis Rodríguez Zapatero, adoptara las medidas para que la televisión pública dejara de ser «un sistema de propaganda del Ejecutivo».
«Debo decir que yo no me encuentro entre los fanáticos admiradores de Zapatero, pero reconozco que ha sido él quien ha puesto límites a esta desventura y, por primera vez, podemos decir en España que la radio y la televisión públicas no son el servicio doméstico del Gobierno, no son un sistema de propaganda», sentenció Aguilar.
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