La feria de tecnología y productos electrónicos más importante del mundo, la Consumer Electronics Show de Las Vegas, tuvo sus anuncios más importantes en la previa de su apertura, con la presentación de diversas tablets que buscan ganar terreno en un segmento dominado por la iPad. En este contexto, Microsoft decidió meterse de lleno en este escenario y decidió ampliar el horizonte de Windows 7, que ahora podrá estar instalado en las plataformas de microprocesadores utilizados, entre otros, por Apple en su dispositivo móvil.
La apertura de Windows. Con el objetivo de tratar de alcanzar a rivales como Apple en el mercado en auge de los tablet PC, y que al mismo tiempo le aleja de una larga alianza con Intel, Microsoft hizo pública su intención de crear una versión de su sistema operativo Windows para chips diseñados por la británica ARM, que domina el mercado de los teléfonos inteligentes y de las computadoras de pantalla táctil.
Los chips de alta potencia y de bajo consumo de batería de ARM dominan el mercado de los teléfonos inteligentes y de equipos como el iPhone y la iPad de Apple.
La renovación de Microsoft en el mercado de los teléfonos, con la reconversión de su plataforma móvil en Windows Phone 7, y su lenta respuesta en computadoras de pantalla táctil, como el iPad, pesaron sobre sus acciones en 2010, que había comenzado con el anuncio de diversos modelos de tablets con chips Atom de Intel y Windows 7.
El CEO de Microsoft, Steve Ballmer, se encargó de develar cómo es "System on a Chip" (SoC), unos procesadores diminutos que forman parte principal del mecanismo que utilizará la compañía para adaptar Windows en los dispositivos móviles como teléfonos móviles y tablets PC.
Ballmer, que evitó hablar de un "Windows 8" en su discurso, indicó que la tecnología SoC permitirá condensar la esencia del sistema operativo en pequeños chips para lograr que "Windows esté disponible en cualquier plataforma existente".
No obstante, la compañía informó que trabaja con socios informáticos como AMD, Intel, Nvidia, Qualcomm, ARM y Texas Instruments para dar forma a su próximo sistema operativo.
En este contexto, compañías como Intel y AMD vislumbran una mayor competencia en el segmento, y presentaron una nueva generación de chips que aporten una mejor calidad de video y un mejor consumo de energía en las computadoras personales, en vistas de competir mejor contra los diseños de tablets y los teléfonos multiuso cada vez más poderosos y con mayor presencia en el mercado.
Más rivales para la iPad. Ante la habitual ausencia de Apple en las ediciones de la CES, diversos fabricantes aprovecharon el impulso que tuvo la industria luego de la llegada de la iPad, y aprovecharon la previa de la apertura de la feria de Las Vegas para presentar diversos modelos de tablets.
Los organizadores de la feria, Consumer Electronic Association (CEA), han calculado que alrededor de un centenar de modelos de esos dispositivos coparán el centro de convenciones de Las Vegas, desde la llamada Toshiba Tablet hasta el PlayBook, de los creadores de BlackBerry, Research In Motion (RIM).
Una oferta en la que predominarán los prototipos equipados con sistema operativo Android de Google y a la que se espera que se sumen novedades por parte de Microsoft, gigante informático que aún está tomando posiciones en la batalla comercial de las tabletas.
El equipo híbrido Lenovo U1, que combinan dos sistemas operativos diferentes como Windows y Android en una computadora portátil con una tablet PC y una portátil, fue uno de los anuncios llamativos en la previa.
Samsung, por su parte, develó una tablet con Windows 7 y chip Atom que cuenta con un teclado físico que se desliza por debajo de la pantalla sensible al tacto. Asus, en cambio, decidió apostar de lleno a la potencia de su hardware, y anunció un equipo de 12 pulgadas, algo más grande que la iPad, y con mayor potencia en su procesador, que también se adapta para ser utilizado como un equipo de escritorio.
Otra oportunidad para el 3D. Con la esperanza de ser el motivo que impulse el recambio de equipos, los fabricantes de televisores apostaron de lleno en 2010 a la tecnología 3D, apoyados en la llegada de films como Avatar. Volver a utilizar anteojos para ver imágenes en tres dimensiones dejó de ser una imagen de antaño, y las principales firmas pujaron por presentar sus propias pantallas con sus respectivas gafas.
Las salas de cine comenzaron a adoptar esta nueva modalidad de ver películas, pero en los hogares la tecnología aún no convence. En esta nueva edición de la CES, los fabricantes creen que parte del decepcionante nivel de ventas del año pasado se debe a los anteojos voluminosos que incluían, por lo que piensan lanzar en esta feria un modelo de gafas más livianas y baratas.
Los fabricantes no piensan eliminar del todo los televisores 3D con los anteojos pesados a batería que se presentaron el año pasado, pero el hecho que estén por lanzar una tecnología distinta es una señal de que las ventas de los primeros modelos no cumplieron con las expectativas.
LG Electronics presentó dos modelos de televisores, uno de 47 pulgadas y otro de 65, que incluirán cuatro pares de las llamadas gafas "pasivas". Las pantallas actuales suelen traer uno o dos pares de anteojos "activos", que cuestan unos 100 dólares, pero algunos ni siquiera los incluyen.
Los anteojos activos no sólo son voluminosos sino también pesados y necesitan recargas periódicas. Oscurecen la imagen y la hacen parpadear. Por su parte, los pasivos no parpadean y tienen la ventaja de que funcionan con cualquier marca de televisor e incluso en el cine. También oscurecen la imagen pero no tanto como los activos.
Samsung Electronics estimó que todas las marcas juntas vendieron un millón de televisores 3D en Estados Unidos en 2010, aunque había estimado en un principio que se comprarían entre tres y cuatro millones.
La Nacion
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