LA empresa Power Balance, la primera que lanzó al mercado unas pulseras con hologramas para "mejorar el equilibrio", ha reconocido en su página web de Australia que su publicidad es engañosa y que no hay pruebas científicas que avalen sus pretensiones. Además, se ha disculpado con sus clientes y les ofrece devolverles el dinero.
Estas pulseras y sus imitaciones empezaron a ponerse de moda a finales del año 2009, y a principios de 2010 podían verse en las muñecas de políticos o deportistas. Desde la primavera del año pasado, las asociaciones de consumidores y los servicios de consumo empezaron a actuar contra estas pulseras.Argumentaban que se trataba de un producto inocuo, es decir, que no tenía ningún efecto, y que, por lo tanto la publicidad en la que aseguraban que podían mejorar "el equilibrio, la fuerza y la flexibilidad" de quienes llevaban esos hologramas cerca de su piel.
En Navarra, desde el mes de mayo el Gobierno foral pidió que se retirase la publicidad de estas pulseras de los puntos de venta. Las pulseras en sí, al no tener ningún efecto, podían venderse, pero la publicidad, que se consideraba engañosa, tenía que desaparecer de la vista del público. Algunos de los comercios que vendían este adorno decidieron dejar de comercializarlo entonces.
En su página web, Power Balance no dudaba en recurrir al testimonio de deportistas o personas famosas y conocidas por el público como el tenista Manolo Santana, los futbolistas Guti y Cristiano Ronaldo, el piloto de Fórmula 1 Rubens Barrichelo o Shaquille O"Neal para mostrar los supuestos beneficios de la pulsera de neopreno. La galería de famosos incluye también personajes de la vida social, como la duquesa de Alba, la infanta Elena, o incluso políticos como el lehendakari Patxi López o la ministra de Sanidad Leire Pajín, que han lucido la pulsera en numerosas ocasiones.
En noviembre, la Junta de Andalucía impuso la primera multa por publicidad engañosa en España contra Power Balance, una sanción de 15.000 euros que fue recurrida por Facua, al considerarla insuficiente. La asociación de consumidores recordaba que la empresa había asegurado que había vendido más de 300.000 piezas, con un precio medio de unos 30 euros cada una.
Ahora, Power Balance ha admitido en Australia que "no hay pruebas científicas creíbles que apoyen nuestras pretensiones y por lo tanto participamos en una conducta engañosa" que supone una violación de la legislación comercial australiana.
"Si cree que se ha visto engañado por nuestras promociones, queremos disculparnos sin reservas y ofrecerle la devolución del dinero", sigue la nota colgada en la página web de la empresa en Australia.
Desde la página principal de Power Balance en el mundo ya no se puede acceder a la página de Australia. Y la página web de Power Balance en España también está inactiva.
Diario de Navarra
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