Islandia convocó el lunes al embajador estadounidense en Reikiavik para mostrar su descontento con la demanda de un tribunal estadounidense para que se aporten detalles de una cuenta de una legisladora islandesa en Twitter, dijo el departamento de Estado de EEUU.
Un tribunal estadounidense ha pedido a la red social que dé detalles de las cuentas de WikiLeaks y de varios de sus seguidores dentro de una investigación penal sobre la publicación de cientos de miles de cables diplomáticos estadounidenses.
Los cables, difundidos por WikiLeaks a través de varios medios de comunicación, han dejado en una situación embarazosa al Gobierno de Estados Unidos."Nuestro embajador fue convocado. El Gobierno de Islandia expresó su preocupación. Dejaré que el Gobierno de Islandia describa estas preocupaciones", dijo el portavoz del Departamento de Estado, P.J. Crowley, a los periodistas.
"El embajador Luis Arreaga tuvo una conversación constructiva y escuchó atentamente sus preocupaciones", dijo. "Aprovechamos la oportunidad para subrayar la seriedad con la que el Gobierno estadounidense se toma la divulgación sin autorización de información clasificada y el daño que ha causado".
Un documento del 14 de diciembre obtenido por el Departamento de Justicia de Estados Unidos y publicado por la revista online Salon.com el viernes dijo que los registros solicitados a Twitter eran "relevantes para una investigación penal actual".
El texto ordenó a Twitter proporcionar información de la cuenta del fundador de WikiLeaks Julian Assange y Bradley Manning, el analista de inteligencia del Ejército de Estados Unidos del que se sospecha que filtró documentos del Pentágono difundidos el año pasado por WikiLeaks.
La información incluye todos los registros de conexión y tiempos de las sesiones, las direcciones IP usadas para acceder a Twitter, las direcciones de correo electrónico y postales, además de facturaciones y detalles de cuentas bancarias y tarjetas de crédito.
La petición incluyó las cuentas de los seguidores de WikiLeaks Jacob Appelbaum, Rop Gonggrijp y de Birgitta Jonsdottir, ex voluntaria de WikiLeaks y miembro del Parlamento islandés.
Durante el fin de semana, WikiLeaks condenó la petición de información, considerándola un "hostigamiento"
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