Un grupo de investigadores ha descubierto en la región de Mongolia Interior (China) una nueva especie de dinosaurio del tamaño de un loro y que se distingue por tener un único dedo. El ejemplar ha sido bautizado con el nombre de Linhenykus monodactylus, por la ciudad de Linhe, cercana a donde fue descubierto. El extraño animal, ligero com una pluma, pertenece a la especie de Alvarezsaurios, un grupo de dinosaurios carnívoros terópodos, la familia que incluye al Velociraptor y el Tyrannosaurus y que dio origen a las aves modernas. La investigación aparece publicada Proceedings of the National Academy of Sciences (PNAS).
El equipo internacional de científicos encontró los fósiles preservados en las rocas del Cretácico Superior de Wulansuhai, que se encuentra cerca de la frontera entre Mongolia y China. La formación data de hace entre 84 y 75 millones de años y ha dado un rico tesoro de fósiles vertebrados, incluyendo el recientemente descubierto terópodo Linheraptor exquisitus. Los restos del nuevo dinosaurio están formados por un esqueleto parcial que incluye los huesos de la columna vertebral, la extremidad anterior, una pelvis parcial y extremidades posteriores casi completas.
Una extraña evolución
Lo más probable, según los autores, es que el Linhenykus apenas superara el medio metro de altura y tenía el tamaño y el peso de un loro de grandes proporciones. Inusualmente, lucía una sola pinza grande en cada una de sus manos, que seguramente utilizaba para excavar en los nidos de insectos. Es el único dinosaurio de este tipo que se conoce.
«Los terópodos comenzaron teniendo cinco dedos, pero evolucionaron para tener solo tres, como el Velociraptor. Algunos tiranosaurios tenían dos», explica Michael Pittman, del Departamento de Ciencias de la Naturaleza del University College London y coautor del estudio. El hecho de que Linhenykus sólo tenga uno es muy inusual e indica que los carnívoros evolucionaron de manera muy distinta.
El motivo por el que este pequeño animal solo tenía un dedo no está claro, aunque puede ser fruto de la evolución natural. «En biología existe un concepto llamado órgano vestigial, que se utiliza para definir las partes de un cuerpo que no son funcionales y que no sirven para un individuo. Si estudiamos una serpiente del campo vemos que no tiene piernas y su cuerpo está formado por un solo elemento. Pero cuando la analizamos más profundamente podemos ver que la estructura de las piernas y la pelvis todavía permanece en su esqueleto», explica Pittman. De la misma forma, en los alvarezsaurios se han encontrado muchos órganos vestigiales que señalan la extrema complejidad de la forma en que evolucionaron estos dedos.
Los Linhenykus vivieron junto a otros ejemplares de terópodos, pero la especialización de su esqueleto muestra que eran diferentes y se comportaban de manera distinta. También compartieron su espacio con pequeños mamíferos, lagartijas, o anquilosaúridos.
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