Un total de 3000 niños han formado parte de un estudio que ha descubierto uno de cada diez niños en Singapur es adicto a los videojuegos. El estudio ha concluido que los niños juegan alrededor de 20 horas a la semana; entre el 9 y el 12% de los chicos se declararon adictos en comparación con el 3 o 5% de las chicas.
"Cuando los niños se convirtieron en adictos, su depresión, ansiedad y fobias sociales se hicieron más notables, y sus notas empeoraron," dijo Douglas A. Gentile de la Universidad de Iowa, la cual colaboró en la elaboración del estudio.
"Cuando dejaron de ser adictos su depresión, ansiedad y fobias sociales mejoraron. Solemos verlo como entretenimiento, o como un simple juego, y tendemos a olvidar que ese entretenimiento nos sigue afectando. De hecho, si no nos afecta es común decir que es `aburrido´."
Sin embargo Mark Griffiths, director de la Unidad Internacional de Investigación sobre el Juego de la Universidad de Nottingham ha dudado de los resultados obtenidos en el estudio. "Mi propio estudio ha demostrado que un exceso de horas de juego no tiene porque ser necesariamente una adicción al juego y muchos jugadores de videojuegos pueden jugar durante periodos largos sin que haya ningún efecto negativo o dañino".
Griffiths añadió que "si el 9% de los niños fuesen adictos a los videojuegos, entonces habría clínicas de ayuda a la adicción a los videojuegos en todas las ciudades grandes".
"Cuando los niños se convirtieron en adictos, su depresión, ansiedad y fobias sociales se hicieron más notables, y sus notas empeoraron," dijo Douglas A. Gentile de la Universidad de Iowa, la cual colaboró en la elaboración del estudio.
"Cuando dejaron de ser adictos su depresión, ansiedad y fobias sociales mejoraron. Solemos verlo como entretenimiento, o como un simple juego, y tendemos a olvidar que ese entretenimiento nos sigue afectando. De hecho, si no nos afecta es común decir que es `aburrido´."
Sin embargo Mark Griffiths, director de la Unidad Internacional de Investigación sobre el Juego de la Universidad de Nottingham ha dudado de los resultados obtenidos en el estudio. "Mi propio estudio ha demostrado que un exceso de horas de juego no tiene porque ser necesariamente una adicción al juego y muchos jugadores de videojuegos pueden jugar durante periodos largos sin que haya ningún efecto negativo o dañino".
Griffiths añadió que "si el 9% de los niños fuesen adictos a los videojuegos, entonces habría clínicas de ayuda a la adicción a los videojuegos en todas las ciudades grandes".
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