Un estudio científico apuntó que las mariposas macho y hembra se turnan a la hora de tomar un papel activo en el cortejo dependiendo de la estación en que nacieron.
Una especie de mariposas marrones oriundas de los bosques arenosos de África del sur y del este –cuyo nombre científico es Bicyclus anynana- utiliza manchas reflectantes con forma de ojo en sus alas para atraer posibles parejas. Los machos nacidos en la estación lluviosa baten sus alas para que esas manchas emitan reflejos llamativos. Sin embargo, en la estación seca, son las hembras quienes toman la iniciativa.
Este comportamiento, apuntan los expertos, podría beneficiar a las hembras, al permitirles tener el control del apareamiento en la época en que la comida es más escasa.
Este estudio, publicado en la revista Science, es el primero en demostrar que las mariposas desarrollan una ornamentación de carácter sexual vinculada a su medio ambiente.
Como muchas otras especies de mariposas, la Byciclus anynana realizan un cortejo basado en el aleteo.
Ornamentación sexual
Normalmente, los miembros del sexo que protagoniza el cortejo tienen alas con ornamentación más vistosa. Sin embargo, en la Byciclus anynana, esa diferencia entre machos y hembras no es perceptible a simple vista.Ante esta circunstancia, para entender cómo funciona el intercambio de papeles en el cortejo en función de la estación, un equipo de investigadores de la Universidad de Yale, en Connecticut, analizó el proceso de apareamiento desde la perspectiva de una mariposa.
La investigación, dirigida por la Doctora Antonia Monteiro, descubrió que en el centro de la mancha con forma de ojo situada en el ala de las mariposas existe una "pupila" blanca que refleja diferentes cantidades de rayos ultravioleta en función de la temperatura ambiente en la que el ejemplar se gestó.
"Las temperaturas más frescas aumentan la cantidad de rayos ultravioleta que reflejan los ornamentos sexuales de las hembras, mientras que las temperaturas más cálidas ejercen el mismo efecto en los machos. Estos cambios no son visibles por los humanos porque no podemos percibir los rayos ultravioleta", explica la investigadora Kathleen Prudic.
Pero las mariposas sí pueden ver los rayos ultravioleta. De este modo, las hembras nacidas en la estación seca –una época del año más fresca- son más capaces de atraer a los machos.
Beneficio para las hembras
Según los investigadores, las mariposas hembras podrían adoptar ese papel activo para sobrevivir en las condiciones adversas de la estación seca.En este sentido, las hembras activas en la atracción de los machos, que se aparean con más frecuencia, son más longevas.
Esta prueba corrobora estudios anteriores que sugerían que las mariposas hembra se beneficiaban al recibir esperma y sus nutrientes asociados durante el apareamiento.
"Las implicaciones de estos hallazgos apuntan que las mariposas y otros insectos han desarrollado comportamientos complejos y dinámicos en su apareamiento, que responden a cambios previsibles en el medio ambiente", apuntó Prudic.
BBC Mundo
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