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2011/01/17

Del mundo virtual al real

Hace no muchos años esto de la Red era como Las Vegas. Lo que pasaba en Internet se quedaba en Internet y todos tan contentos. Hacer una referencia en el mundo real a algo que habías visto en el virtual te costaba como poco alguna mirada confusa y ser considerado el raro del grupo (¿Cálico elecqué?). Los 'memes' nacían, vivían y morían en digital.
Ahora, en cambio, vas al super y todo es 'soy fan' y 'señoras y señores que...'. Tu madre está en Facebook y hablas más con tus amigos por Twitter que por el móvil. Si queda alguna barrera de separación, por favor, que alguien me la señale.
  • Angry Birds, un caso de éxito
  • El mundo de la Red y el real están tan interconectados, de hecho, que uno empieza a contagiarse del otro. Por ejemplo, sólo era cuestión de tiempo que algo tan popular como el juego de Angry Birds pasase a la plataforma más antigua de la historia del entretenimiento: el plástico. Además de la línea de peluches que ya vende Rovio, la multinacional juguetera Mattel prepara 'Angy Birds: Knock on Wood', un juego de mesa con piezas de plástico en el que el objetivo es derribar las construcciones de los sufridos cerditos verdes. El juego llega a las tiendas en mayo por un precio 14 veces superior al que tiene en el teléfono (14 dólares/euros).
  • Me gusta
  • ¿Le gusta? No hay problema, puede dejarlo claro utilizando cualquiera de los sellos de 'Me gusta' de Facebook que han surgido en los últimos meses. Los hay muy baratos y para usarlos no hay que darse de alta en ningún sitio, sólo tener suficiente tinta y un documento en papel (cada vez cuesta más encontrarlos) donde estamparlos.
  • Momento Instagram
  • ¿Que su estilo es más visual? No hay problema. Shane Rich, un fotógrafo americano, ha creado unos pequeños marcos de bambú de apenas diez centímetros, pensados para mostrar las imágenes captadas a través de Instagram, la red de imágenes compartidas que más rápido está creciendo entre los usuarios de móviles ('un Twitter para fotos', según algunos). Rich imprime las imágenes en un papel laminado que las protege de líquidos y la exposición a la luz ultravioleta y el resultado es un Insatgram de átomos en vez de bits.
  • Tweets con vida propia
  • No hay servicio 2.0 que esté a salvo de este contagio. Tomemos, por ejemplo, Twitter. Esta semana ha vuelto a aparecer en el SoHo neoyorkino un pájaro que 'tuitea'. El pasado verano ya se dejó ver en unas ramas diciendo "Observando a un humano. El humano me observa a mí también. Estoy tan aburrido". Ahora vuelve, situado frente a un restaurante, con un hiriente "OMG, ¡no has perdido NADA de peso!".
El Mundo

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