Es difícil explicar que lo que en apariencia es solo un blog dedicado a la tecnología y los medios sociales consiga marcar tendencias y recoger más de un millón de votos (con necesidad de registro previo). Mashable ha organizado la cuarta edición de sus premios sin escatimar en recursos. En menos de un lustro se han convertido en la referencia indiscutible del mundo de los medios sociales y sus aliados: tabletas, aplicaciones, móviles, entretenimiento y localización.
Dentro del programa oficial, la gala de los premios Mashable tiene un lugar destacado. La limpieza de los premios fue incuestionable. Tanto que Android se alzó como mejor plataforma móvil, sin ningún complejo ni problema porque Blackberry fuera uno de los patrocinadores de la velada. El premio al mejor gadget fue para el iPad de Apple. Y el mejor móvil para el iPhone 4. Precisamente los dos aparatos que marcaron el pasado 2010 y que se presentaron después de CES.
Las categorías fueron, como casi todo en un mundo tan fluído como el de las redes sociales, dispares: desde meme del año, a emprendedor social pasando por "famoso que deberías seguir". Otras, teóricamente extrañas, tenían su miga: Mejor uso de una API (interfaz de programación de aplicaciones). Qwitter fue la aplicación triunfadora por ser capaz de detectar y avisar al usuario que alguien ha dejado de seguirlo.
En todo caso, en un público entendido y enganchado al móvil durante todo el evento, no hizo falta explicar cuáles eran las categorías más relevantes además de la ya citada de plataforma móvil. El mejor diseño web fue para la nueva interfaz de Twitter, pero nadie del servicio de microblogging fue a recogerlo.
Las aplicaciones de localización desde el móvil, algo más que una moda pasajera, certificaron que una vez pasado el efecto de la novedad, Foursquare sigue siendo la favorita. Otro clásico, relativo, como todo en un entorno en el que año y media es una eternidad, Angry Birds fue escogido como mejor juego móvil.
Un aspecto novedoso fue la creación de un premio al mejor servicio de atención al cliente a través de medios sociales. Extraño para quienes todavía no están inmersos en ello, pero, como dijo el propio responsable del medio, Pete Cashmore, "la atención al consumidor tiene un antes y un después de Twitter y Facebook. Ya nada será como antes. El usuario deja de ser un número para ser un cliente al que atender y tener en cuenta". Este fue el único galardón para un europeo: la web de Eurail fue la más votada por su forma de tratar y resolver los problemas y dudas de los viajeros.
El Pais
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