Un estudio realizado por científicos de la Universidad Autónoma de Madrid, la Universidad Complutense de Madrid y la Fundación CIEN-Fundación Reina Sofía ha concluido que jugar a videojuegos en los que hay que resolver rompecabezas puede fortalecer el cerebro y prepararlo para la actividad cognitiva.
Se trata de un trabajo en el que se expuso a varias jóvenes a jugar al título de puzzles Profesor Layton de Nintendo DS durante 16 horas distribuidas en un mes. A través de un análisis de registros MRI (resonancias magnéticas del cerebro) se estudiaron unas imágenes que han permitido aplicar cuatro métodos -un análisis de volumetría, de área de superficie, de difusión y de conectividad en reposo- para visualizar los cambios tanto desde un punto de vista morfológico o estructural como funcional.
En el análisis de volumetría, en el que se puede observar el aumento y la reducción regional de materia gris que promueve la potencia del cerebro para procesar información, se detectaron aumentos más sustanciales en las jugadores.
El análisis de imágenes de difusión, que permite observar las conexiones entre diferentes zonas del cerebro y comprobar si la calidad de esas conexiones varía ante una determinada estimulación ha concluido que la práctica en el juego no sólo fortalece ciertas conexiones sino que podría prevenir el deterioro de otras.
En el análisis de área de superficie (que reconstruye en 3D la superficie cerebral para detectar cambios en la misma) se descubrió que el grupo experimental presentó mayores cambios en zonas relacionadas con procesos cognitivos (razonamiento, lenguaje, planificación y cálculo) y procesamiento espacial y visual.
Por último, en el análisis de la conectividad en reposo, que estudia la preparación del cerebro para la actividad cognitiva, se observó que las jugadoras poseen una mayor conectividad tras la práctica con Profesor Layton. Todos estos resultados son de momento preliminares.
"Los resultados preliminares del estudio muestran que las voluntarias que jugaron durante cuatro semanas, en condiciones de laboratorio, experimentaron un aumento del volumen de materia gris, que promueve la potencia del cerebro para procesar información, una mejora de la integridad de la sustancia blanca, lo que facilita que diferentes regiones del cerebro se coordinen, y un incremento de la conectividad funcional en una red que mejora nuestra preparación para la actividad mental", explica Roberto Colom, catedrático de Psicología de la Universidad Autónoma de Madrid.
Los aspectos que más se fortalecieron en las jugadoras fueron la comprensión verbal, el procesamiento viso-espacial, la percepción visual, la orientación topográfica, la planificación y el razonamiento. Y coinciden con aquellos más necesarios para resolver los puzzles de Profesor Layton, que tratan desde problemas matemáticos a acertijos, pasando por la lógica o el uso del lenguaje.
Se trata de un trabajo en el que se expuso a varias jóvenes a jugar al título de puzzles Profesor Layton de Nintendo DS durante 16 horas distribuidas en un mes. A través de un análisis de registros MRI (resonancias magnéticas del cerebro) se estudiaron unas imágenes que han permitido aplicar cuatro métodos -un análisis de volumetría, de área de superficie, de difusión y de conectividad en reposo- para visualizar los cambios tanto desde un punto de vista morfológico o estructural como funcional.
En el análisis de volumetría, en el que se puede observar el aumento y la reducción regional de materia gris que promueve la potencia del cerebro para procesar información, se detectaron aumentos más sustanciales en las jugadores.
El análisis de imágenes de difusión, que permite observar las conexiones entre diferentes zonas del cerebro y comprobar si la calidad de esas conexiones varía ante una determinada estimulación ha concluido que la práctica en el juego no sólo fortalece ciertas conexiones sino que podría prevenir el deterioro de otras.
En el análisis de área de superficie (que reconstruye en 3D la superficie cerebral para detectar cambios en la misma) se descubrió que el grupo experimental presentó mayores cambios en zonas relacionadas con procesos cognitivos (razonamiento, lenguaje, planificación y cálculo) y procesamiento espacial y visual.
Por último, en el análisis de la conectividad en reposo, que estudia la preparación del cerebro para la actividad cognitiva, se observó que las jugadoras poseen una mayor conectividad tras la práctica con Profesor Layton. Todos estos resultados son de momento preliminares.
"Los resultados preliminares del estudio muestran que las voluntarias que jugaron durante cuatro semanas, en condiciones de laboratorio, experimentaron un aumento del volumen de materia gris, que promueve la potencia del cerebro para procesar información, una mejora de la integridad de la sustancia blanca, lo que facilita que diferentes regiones del cerebro se coordinen, y un incremento de la conectividad funcional en una red que mejora nuestra preparación para la actividad mental", explica Roberto Colom, catedrático de Psicología de la Universidad Autónoma de Madrid.
Los aspectos que más se fortalecieron en las jugadoras fueron la comprensión verbal, el procesamiento viso-espacial, la percepción visual, la orientación topográfica, la planificación y el razonamiento. Y coinciden con aquellos más necesarios para resolver los puzzles de Profesor Layton, que tratan desde problemas matemáticos a acertijos, pasando por la lógica o el uso del lenguaje.
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