Una pequeña compañía donostiarra denominada "Graphenea" ha metido a España de lleno en la "carrera del grafeno" en la que compite con tres punteras empresas mundiales desde 2004, cuando este novedoso material fue descubierto por los dos investigadores rusos ganadores del Nobel de Física 2010.
El objetivo de las investigaciones es fabricar láminas de grafeno de mayor tamaño y pureza que las pequeñas muestras de baja calidad que se sintetizan en la actualidad.
En este momento, tan sólo una firma británica y dos estadounidenses compiten con Graphenea a este nivel, si bien en España hay varios grupos de investigación y una empresa en La Rioja que también trabajan con el grafeno.
El primero que consiga el objetivo se situará en una posición de dominio del mercado mundial de este material que, por sus propiedades y posibilidades de aplicación, podría revolucionar en pocos años los sectores de la informática y la electrónica.
El grafeno se presenta en forma de una capa de átomos de carbono un millón de veces más delgado que una hoja de papel. "Es tan fino y tiene una masa tan pequeña que con un gramo se podría cubrir un campo de fútbol", explica el presidente de Graphenea, Jesús de la Fuente.
La cantidad y variedad de sus aplicaciones resulta hoy inimaginable, ya que posee una conductividad cien veces mayor que la del silicio, por lo que los expertos creen que permitiría construir ordenadores cien veces más rápidos que los actuales, baterías de gran capacidad y paneles solares mucho más eficientes.
Sus posibilidades se antojan inagotables porque además es "doscientas veces más resistente que el acero", aclara de la Fuente, y "tiene más dureza que el diamante, que también es una estructura de átomos de carbono pero en una forma tetraédrica", a diferencia del grafeno que es hexagonal.
A pesar de su dureza, el nuevo material resulta "muy flexible". "Se puede doblar, enrollar y no se rompe", precisa De la Fuente, quien especula con el posible desarrollo de computadoras y pantallas flexibles "que se podrían doblar como una revista o una hoja de papel" gracias al grafeno.
Estas propiedades ya fueron destacadas por la Real Academia de las Ciencias de Suecia en el fallo que el 5 de octubre concedió el Nobel de Física a los catedráticos en la universidad inglesa de Manchester Andre Geim y Konstantin Novoselov, ambos de origen ruso.
Como conductor de electricidad es mejor que el silicio y como conductor de calor supera a todos los demás materiales. "Es casi completamente transparente, pero tan denso que ni siquiera el helio, el átomo más pequeño de gas, puede pasar a través", explicó la Academia al conceder el Nobel a Geim y Novoselov.
Fue en el año 2004 cuando ambos lograron sintetizar el grafeno, cuya existencia hasta entonces era simplemente teórica, usando cinta adhesiva para arrancar delgadas escamas de este material a partir de un pedazo de grafito.
Sin embargo, este sistema no es aplicable a nivel industrial, por lo que Graphenea ha optado por utilizar un método diferente, denominado "deposición química", que emplea un aparato de "atmósfera controlada" en el que "se introducen unos gases y un sustrato a alta temperatura" sobre el que se depositan los átomos de carbono hasta formar una estructura de grafeno.
A pesar de haber comenzado sus andadura el pasado abril, Graphenea, que se ubica en el centro donostiarra de investigación CIC Nanogune, ocupa ya, según su presidente, un destacado nivel "internacional", gracias a la incorporación a su equipo de tres científicos de talla mundial como el alemán Andreas Berger, el estadounidense Manish Chhowalla, y el gallego Luis Hueso.
Otra de las ventajas que ofrece el grafeno para las empresas productoras es la existencia de "muchos clientes", entre los que se encuentran centros de investigación, laboratorios y compañías que investigan, con "un gran volumen de fondos", cómo utilizar este material en aplicaciones industriales y tecnológicas.
Graphenea dispone ya de una importante capacidad de crear grafeno, que podría llegar en poco tiempo a las 720 obleas al año, si bien en estos momentos su producción es bastante menor porque se encuentra en una fase de I+D en la que la materia que genera se destina a "alimentar" su propio proyecto de investigación que pretende eliminar impurezas y conseguir muestras más grandes.
"Ahora mismo, la competición no es una carrera de cantidad y de tener muchas muestras, sino de calidad. El volumen irá llegando cuando haya más productos industriales que vayan utilizando el grafeno", subraya De la Fuente.
El objetivo de las investigaciones es fabricar láminas de grafeno de mayor tamaño y pureza que las pequeñas muestras de baja calidad que se sintetizan en la actualidad.
En este momento, tan sólo una firma británica y dos estadounidenses compiten con Graphenea a este nivel, si bien en España hay varios grupos de investigación y una empresa en La Rioja que también trabajan con el grafeno.
El primero que consiga el objetivo se situará en una posición de dominio del mercado mundial de este material que, por sus propiedades y posibilidades de aplicación, podría revolucionar en pocos años los sectores de la informática y la electrónica.
El grafeno se presenta en forma de una capa de átomos de carbono un millón de veces más delgado que una hoja de papel. "Es tan fino y tiene una masa tan pequeña que con un gramo se podría cubrir un campo de fútbol", explica el presidente de Graphenea, Jesús de la Fuente.
La cantidad y variedad de sus aplicaciones resulta hoy inimaginable, ya que posee una conductividad cien veces mayor que la del silicio, por lo que los expertos creen que permitiría construir ordenadores cien veces más rápidos que los actuales, baterías de gran capacidad y paneles solares mucho más eficientes.
Sus posibilidades se antojan inagotables porque además es "doscientas veces más resistente que el acero", aclara de la Fuente, y "tiene más dureza que el diamante, que también es una estructura de átomos de carbono pero en una forma tetraédrica", a diferencia del grafeno que es hexagonal.
A pesar de su dureza, el nuevo material resulta "muy flexible". "Se puede doblar, enrollar y no se rompe", precisa De la Fuente, quien especula con el posible desarrollo de computadoras y pantallas flexibles "que se podrían doblar como una revista o una hoja de papel" gracias al grafeno.
Estas propiedades ya fueron destacadas por la Real Academia de las Ciencias de Suecia en el fallo que el 5 de octubre concedió el Nobel de Física a los catedráticos en la universidad inglesa de Manchester Andre Geim y Konstantin Novoselov, ambos de origen ruso.
Como conductor de electricidad es mejor que el silicio y como conductor de calor supera a todos los demás materiales. "Es casi completamente transparente, pero tan denso que ni siquiera el helio, el átomo más pequeño de gas, puede pasar a través", explicó la Academia al conceder el Nobel a Geim y Novoselov.
Fue en el año 2004 cuando ambos lograron sintetizar el grafeno, cuya existencia hasta entonces era simplemente teórica, usando cinta adhesiva para arrancar delgadas escamas de este material a partir de un pedazo de grafito.
Sin embargo, este sistema no es aplicable a nivel industrial, por lo que Graphenea ha optado por utilizar un método diferente, denominado "deposición química", que emplea un aparato de "atmósfera controlada" en el que "se introducen unos gases y un sustrato a alta temperatura" sobre el que se depositan los átomos de carbono hasta formar una estructura de grafeno.
A pesar de haber comenzado sus andadura el pasado abril, Graphenea, que se ubica en el centro donostiarra de investigación CIC Nanogune, ocupa ya, según su presidente, un destacado nivel "internacional", gracias a la incorporación a su equipo de tres científicos de talla mundial como el alemán Andreas Berger, el estadounidense Manish Chhowalla, y el gallego Luis Hueso.
Otra de las ventajas que ofrece el grafeno para las empresas productoras es la existencia de "muchos clientes", entre los que se encuentran centros de investigación, laboratorios y compañías que investigan, con "un gran volumen de fondos", cómo utilizar este material en aplicaciones industriales y tecnológicas.
Graphenea dispone ya de una importante capacidad de crear grafeno, que podría llegar en poco tiempo a las 720 obleas al año, si bien en estos momentos su producción es bastante menor porque se encuentra en una fase de I+D en la que la materia que genera se destina a "alimentar" su propio proyecto de investigación que pretende eliminar impurezas y conseguir muestras más grandes.
"Ahora mismo, la competición no es una carrera de cantidad y de tener muchas muestras, sino de calidad. El volumen irá llegando cuando haya más productos industriales que vayan utilizando el grafeno", subraya De la Fuente.
No hay comentarios:
Publicar un comentario