Centenares de miles de propietarios en Estados Unidos que corren el riesgo de perder sus casas no saben a quién le deben sus hipotecas. Además hay dudas sobre la legalidad de muchas de las ejecuciones de hipotecas realizadas en los últimos dos años.
Los procedimientos de ejecuciones de hipotecas están bajo la lupa luego de que algunas instituciones financieras reconocieran "errores" en el papeleo y hasta el uso de "robo-firmas", el procesamiento de documentos sin adecuada revisión, a veces realizado por personal sin el entrenamiento adecuado.Este nuevo episodio problemático para el ya golpeado mercado inmobiliario ha sido bautizado por la prensa como el "lío de las ejecuciones". Y como todo lío, no tiene fácil solución.
Bank of America y Chase J.P Morgan suspendieron los procedimientos de desalojo de casas y remate de hipotecas hasta aclarar la situación, una moratoria que algunos quisieran que el gobierno imponga a todo el sistema financiero.
Pero mientras esa moratoria aliviaría a quienes están a punto de perder sus casas, podría forzar la parálisis del mercado inmobiliario, generando una mayor devaluación de las propiedades y pérdidas para bancos y propietarios.
Los "robo-firmantes"
En todo el país los fiscales de los 50 estados han abierto investigaciones sobre las firmas masivas que habrían usado algunas instituciones financieras para lidiar con la gran cantidad de documentos pendientes de revisión.Lea: Investigan legalidad de los embargos en EE.UU.
Se trata de los "robo-firmantes", empleados que simplemente se encargaban de sellar la documentación necesaria para empezar el proceso de remate de casas sin haber verificado los datos, en parte porque muchos no eran abogados ni contadores con el conocimiento técnico para ese trabajo.
Los bancos aseguran que, incluso en esos "pocos" casos, los papeles ya habían sido preparados por los especialistas y que la firma y el sello eran "sólo" cuestión de procedimiento.
Mientras algunos expertos temen que el detalle pueda costarle a la banca hasta US$10.000 millones -una cifra que podría absorber el sector, ya recuperado de la debacle del 2008-2009- otros creen que es un problema de papeleo que no debería tener repercusiones.
Hasta ahora Citi ha sido el único de los grandes bancos privados que ha quedado fuera del "lío".
"Creemos que en general nuestros procedimientos son sanos y las revisiones indican que nada ha sido impropio", dijo a la prensa el jefe financiero del grupo Citi, John Gerspach.
¿A quién le debo?
Si bien pocos esperan una recaída bancaria como consecuencia de estos "errores", es posible que el problema no se solucione simplemente con nuevas firmas en nuevos documentos.En parte porque los tribunales que procesarán las denuncias contra los bancos y las empresas que estos subcontrataron para manejar la avalancha de papeles que se produjo durante el pico de la crisis económica, podrían no ser tan comprensivos si juzgan que hay bases para sospechar de procedimientos fraudulentos.
Pero además una vieja queja de los abogados de los deudores ha resurgido: la de que no se puede ejecutar hipotecas cuando no está claro quién es el titular de la misma.
En medio del furor de la burbuja hipotecaria de los últimos años se hizo cada vez más común la práctica bancaria de "empaquetar" y vender las hipotecas, de manera que el deudor terminaba debiéndole a una compañía con la cual nunca tuvo tratos.
En algunos casos las hipotecas fueron revendidas en varios paquetes, por lo que los mismos bancos no están seguros de la titularidad de la deuda, lo que lleva a preguntarse quién tiene el derecho de embargar propiedades en las que la "cadena de la titularidad" se habría roto.
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Perturbación electoral
Aunque para los bancos retomar propiedades para venderlas luego por debajo de su valor no parece ser buen negocio, a muchos propietarios y sus abogados les parece que el sistema luce hecho para expulsar a deudores atrasados y no para ayudarlos a reiniciar sus pagos.Sin embargo, como escribió en Wall Street Journal, Barbara Novick, especialista en inversiones, suspender los remates de hipotecas es una "mala idea" que "podría hacer más mal que bien".
"Posponer la solución de esas deudas evitará que los consumidores se salgan de préstamos que no pueden pagar. Peor, una moratoria nacional en ejecuciones exacerbará la crisis del mercado inmobiliario al incrementar la incertidumbre, evitando que la oferta y la demanda alcancen su equilibrio", escribe Novick.
En el último trimestre, los bancos han reposeído más casas que en cualquier periodo desde el inicio de la crisis. Sólo en septiembre unas 102.000 propiedades fueron retomadas por falta de pagos.
Se calcula que el remate de esas casas, cuyos precios suelen estar por debajo del valor real, habría ayudado en la débil reactivación del mercado inmobiliario, al punto de que representan el 30% de las ventas inmobiliarias de este año, según cifras de RealtyTrac, una empresa que hace seguimiento a las ejecuciones hipotecarias.
En su editorial del lunes pasado, el diario The Washington Post alababa la "sabia resistencia" del gobierno de ceder a las presiones para decretar esa moratoria, pero advertía que "es temporada electoral, lo que no conduce precisamente a la calmada y meditada respuesta política".
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