El escritor estadounidense Mark Twain dijo: "Compren tierras, eso ya no lo están haciendo más".
Más de un siglo después de ser formulada esta famosa frase, un creciente número de hombres de negocios en Estados Unidos parece estar siguiendo el consejo.Gerentes de inversiones en Estados Unidos reportan el aumento del interés por parte de pequeños inversionistas en fondos que impliquen la compra y el cultivo de tierras agrícolas en los países desarrollados.
Los inversionistas están buscando mayor y mejor rendimiento para sus inversiones que el que pueden encontrar en las cuentas bancarias, los bonos y el incierto mercado de valores.
"La gente se ha dado cuenta de que los activos del sector agrícola se han desenvuelto muy bien, especialmente en el período volátil que representó el año de 2008", indicó Jeff Conrad, director ejecutivo de Agricultural Investment Group (Grupo de Inversiones en el sector de la Agricultura Hancock).
"Hay más interés por parte de las instituciones de comprar tierras de cultivo y agregarlas a sus portafolios".
La empresa de Conrad es propietaria de terrenos en Estados Unidos, Canadá y Australia. En ellos, se cosechan maíz, maní y manzanas.
Su inversión tuvo una ganancia de 13% en un período de tres años que terminó en 2009. Se trata de un porcentaje positivo si se compara con un 5% de pérdida que habría experimentado un inversor en el Standard & Poor's 500, uno de los índices bursátiles más importantes de Estados Unidos.
La ganancia proviene de los ingresos que genera la productividad de las granjas así como la revalorización del terreno.
"Regulación requerida"
Pero no todo el mundo está de acuerdo con invertir en el sector de la tierra destinada a ser cultivada.Algunos críticos de esta actividad señalan que eso contribuye al aumento de los precios de los alimentos y a que el precio de la tierra suba artificialmente, lo cual provoca efectos adversos en comunidades rurales.
"Deberían haber, definitivamente, regulaciones para quienes son dueños de las tierras de cultivo", indicó el profesor John Peck, quien dirige una organización llamada Family Farm Defenders (Defensores de granjas familiares), que lucha para que hayan más familias propietarias de pequeñas granjas.
"No deberíamos tener a gerentes de fondos de cobertura dictando los precios de las tierras agrícolas en Estados Unidos".
Crisis de alimentos
El valor de la tierra agrícola en Estados Unidos se ha duplicado en la década pasada. Su precio actual es de US$2.140 por acre, de acuerdo con el Departamento de Agricultura de Estados Unidos.El precio de los alimentos también ha aumentado debido el incremento de la población mundial y de la demanda -por parte de la creciente clase media asiática- de productos de mayor calidad, como la carne.
De acuerdo con el profesor Peck, la gente que está "especulando" al comprar tierras de cultivo exacerban esta tendencia.
"Nosotros no podemos tener otra crisis por los alimentos", indicó.
"La carrera por obtener tierras agrícolas hace que estemos a las puertas de una segunda ola de la crisis por alimentos".
Conrad, por su parte, cree que en teoría debería existir un efecto opuesto.
"Estamos trayendo capital y tecnología al sector", indicó.
"Esto le permitirá al sector agrícola ser más eficiente, producir más y empujar los precios de los alimentos hacia abajo".
Desarrollo rural
La Organización de las Naciones Unidas ha estado analizando la práctica de venderle tierras cultivadas a inversionistas.El relator especial de la Naciones Unidas sobre el derecho a la alimentación, Olivier de Schutter, indicó que el tema genera una pregunta muy seria para las naciones ricas.
"Puede ser muy tentador vender tierras a muy buen precio, pero todo depende de qué tipo de futuro queremos para la agricultura", señaló.
"¿Queremos grandes plantaciones dominadas por grandes corporaciones o queremos preservar las pequeñas granjas para contribuir con el desarrollo rural?", preguntó el experto.
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