Fuente: Silicon News.
La campaña viral iniciada por Greenpeace contra Nestlè ha tenido un positivo resultado, al menos para las inquietudes de la organización ecologista. El gigante suizo de la alimentación ha anunciado que dejará de contar con cualquier empresa que destruya a la naturaleza como proveedor de aceite de palma.
"Estamos contentos con la decisión de Nestlé de dar un respiro a las selvas de Indonesia y llamamos a otros grandes consumidores de aceite de palma como Carrefour y Wal-mart a seguir este ejemplo",- ha declarado Miguel Ángel Soto, responsable de la Campaña de Bosques y Clima de Greenpeace España, en un comunicado de prensa en el que señala la resolución del conflicto.
SinarMas destruye con sus plantaciones el bosque tropical. Su producción de aceite de palma era el que Nestlè utilizaba en la elaboración de sus chocolatinas Kit Kat y fue lo que arrastró a la multinacional a un error básico en comunicación online.
La compañía acaba de vivir una pesadilla en relaciones públicas 2.0 y se ha convertido en el enésimo ejemplo del llamado efecto Barbra Streissand. Cuando la organización ecologista alentó a sus seguidores a pedir en la red a Nestlè que abandonase a SinarMas como socio comercial, la compañía respondió tarde y mal y se vio afectada por una avalancha de publicidad negativa. En el mundo del 2.0, las críticas son como gasolina y la avalancha de problemas acabó sepultando
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