El gobierno habla de especulación, los críticos de políticas económicas "insostenibles" y la gente de a pie de lo difícil que resulta por estos días hacer mercado en Venezuela.
"No hay productos. No se encuentran como debe ser", se quejaba Luis Alberto, un comprador en un supermercado visitado por BBC Mundo, mientras empujaba un carrito medio vacío."Ya no sabe uno qué esperar de los precios", añadía Ximena, una joven que revisaba su recibo de compra, tratando de explicarse por qué había gastado tanto en los víveres para la semana.
El Banco Central de Venezuela (BCV) lo tiene medido: el "índice de escasez" del mes de abril pasado fue del 14,3% en Caracas. Eso significa que en 14,3 de cada 100 comercios visitados en la capital no se encontraron productos básicos.
En cuanto a los precios, el indicador –dado a conocer el viernes pasado– señala que la inflación se ubicó en 5,2%, para un acumulado de 11,3% en lo que va de año.
Explicaciones
Los alimentos básicos se encuentran regulados desde 2003, pero los industriales se quejan con frecuencia de que los precios están desfasados, en parte porque muchos son importados con un dólar que se encuentra en escalada. Especialistas sostienen que Venezuela importa más del 80% de lo que se come.El presidente Hugo Chávez, por su parte, lo llevó a una frase: "No tengo dudas de que allí hay un alto componente especulativo y político. Hay una conspiración", dijo el sábado pasado.
En la otra acera, la Confederación de Industriales, Conindustria, dijo que sólo mejorar la oferta de bienes y servicios acabará con el problema. Un asunto que, según le explicó a BBC Mundo el economista crítico Gustavo Rojas, hoy está impedido por factores que van desde la inseguridad jurídica creada por las expropiaciones de tierras, industrias y comercios, hasta la escasez de dólares por unos precios del petróleo más bajos.
Cuéntenos como es su experiencia a la hora de hacer las compras
Realidades
A las puertas del supermercado, a Ximena sólo le molesta que, para hacer la compra, semanal "uno tenga que estar ruleteando", esto es, recorriendo varios locales en busca de lo que está escaso o lo que está muy caro.
"Yo ya no le paro (hago caso). Lo que consigo lo llevo, y lo que no, será para la próxima semana", explica.
Siguiendo el ejemplo de Ximena, BBC Mundo recorrió las sucursales de cuatro grandes cadenas de supermercados privadas, además de dos establecimientos gubernamentales.
Estos fueron los resultados: Cadena 1 y 2, sin leche larga duración, sin harina de maíz precocida, sin frijoles negros. Cadena 3: sin harina de maíz precocida, sin frijoles negros. Cadena 4: sin leche líquida, sin azúcar, sin harina de maíz precocida.
Cabe señalar que mientras en la cadena 3 se hallaba azúcar, pero sólo en paquetes de 5 kilos; en la 1 se la vendía sólo en bolsitas de cafetería. La leche y el arroz se encontró en muchos casos sólo de una marca o una presentación. "Ay, mija, ya yo me fijo en eso. Cuando se consigue la que uno le gusta, es la lotería; si no, uno toma lo que haya", señaló, resignada, la señora Sofía.
También en las del gobierno
En una sucursal de PDVAL (Petróleos de Venezuela-Alimentos, un programa de distribución a bajo costo) había arroz, harina de maíz precocida y café.Pero la mayoría de un largo pasillo estaba ocupado por latas de leche condensada, en otro sobraba el polvo curry, y ocho de las diez neveras (para lácteos y otros) estaban vacías y apagadas. "¿Y ustedes se creen el cuento de (Hugo) Chávez de que esto está surtido?", una señora se le quejaba a voces al portero del establecimiento.
El gobierno sostiene que se encuentra en un proceso de transición, pero que con la toma de empresas e industrias se encamina a garantizar la seguridad alimentaria, entendiendo los productos como necesidades y no mercancías.
La carne
Mención aparte merece la carne, que ha sido objeto de titulares de prensa, debido a una escasez desatada por la intervención de varias carnicerías, por supuesta especulación."La carne debe volver a los anaqueles", dijo la semana pasada el ministro de Alimentación, Félix Osorio, y así pareció estar ocurriendo este lunes, aunque lentamente. Así, en la cadena 2 los exhibidores estaban vacíos, pero por una ventana desde la charcutería se apreciaban las reses colgadas.
En la cadena 4 había pero solo de a tres kilos por persona. En PDVAL no había carne de ningún tipo y en Bicentenario, la antigua cadena Éxito expropiada por el gobierno a principios de año, un comprador que cargaba su bandeja de solomo de cuerito felicitaba al gobierno por garantizar la existencia del producto.
Aunque por razones divergentes, tanto el gobierno como los críticos parecen coincidir en que la situación no es sostenible. El primero está anunciando más controles. Los segundos piden cambio de rumbo y apertura.
Ximena, Luis Alberto y Sofía sólo quieren poder hacer mercado.
Usted, ¿puede hacerlo sin problemas?
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