Fuente: Publico.
Un grupo de investigadores en EEUU acaba de descubrir una nueva manera de frenar el cáncer: acelerar su envejecimiento. Dentro de un laboratorio, esto significa detener el proceso de multiplicación desenfrenado que caracteriza a los tumores. Los investigadores, entre los que figura el español Carlos Cordón-Cardó, que trabaja en la Universidad de Columbia, han conseguido anticiparse a ese momento y lograr evitar los primeros signos que desembocan en la enfermedad. El hallazgo, que publica hoy Nature, abre una vía adicional hacia mejores tratamientos.
"Es la primera vez que se describe algo parecido", explica el investigador del Centro Nacional de Investigaciones Oncológicas Manuel Serrano, que firma un comentario en Nature sobre el estudio. El grupo ha demostrado la efectividad de su método en ratones y células de cáncer humanas. Ahora habrá que comprobar que también funciona en personas, lo que llevará años, recuerda Serrano.
En todo momento, millones de células de cualquier persona muestran las primeras señales que llevan al cáncer en forma de la expresión de oncogenes. La mayoría de estas células serán eliminadas o forzadas a envejecer, es decir, a que dejen de multiplicarse. Esto suele suceder en el segundo de los tres pasos que desencadenan la aparición de un tumor. La acción cortará de raíz la enfermedad en muchos casos, pero no en todos.
Lo que Cordón-Cardó y el resto de su equipo han hecho ha sido intentar afinar la alarma para que salte antes. Lo han hecho desactivando el gen Skp2, clave para que la célula siga multiplicándose. Los ratones que tienen ese gen anulado se resisten a desarrollar tumores aunque sus células ya están predispuestas a desarrollarlos, pues también tenían apagado un importante gen supresor del cáncer. Sus células precancerosas dejaron de dividirse y de continuar así el camino hacia el tumor. Lo mejor señalan los autores es que la anulación no tiene efectos en las células sanas, lo que permite al ratón seguir viviendo. "Es como si estos ratones tuvieran una alarma contra incendios más sensible y capaz de prevenir más fuegos", comenta Serrano.
También funciona con efecto retardado. Los investigadores usaron un medicamento aún experimental para anular el gen en células humanas que ya habían desarrollado un tumor. Su crecimiento se detuvo. Algo parecido demostró otro equipo el pasado enero con células de leucemia. El siguiente paso es el más difícil: usar esos u otros compuestos en humanos para ver si lo que sucede en el laboratorio puede repetirse en un hospital.
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