El conglomerado minero anglo-australiano Rio Tinto firmó un acuerdo con China para desarrollar una gigantesca explotación de mineral ferroso en África Occidental, a pesar de las crecientes tensiones entre Pekín y Canberra.
El grupo estatal chino de metales Chinalco pagará US$1.300 millones por el 47% del proyecto Simandou en Guinea.Según la empresa, Simandu es uno de los yacimientos más grandes sin explotar en el mundo.
El acuerdo se alcanzó apenas días antes de un polémico juicio contra cuatro empleados de Rio Tinto, acusados de espionaje comercial contra China.
El contrato también incluye infraestructura portuaria y ferroviaria, y podría generar decenas de miles de empleos en Guinea.
El corresponsal de asuntos económicos de la BBC, Duncan Bartlett, dice que el país africano es rico en minerales, entre ellos bauxita, diamantes, oro y grandes cantidades de hierro.
Bartlett añade que este último recurso es esencial para la industria siderúrgica china y que el país asiático está dispuesto a invertir millones en su explotación. Además, la empresa australiana tiene una gran experiencia minera en varios países africanos, incluyendo a Guinea.
"Siempre hemos sostenido que Rio Tinto y Chinalco podían trabajar conjuntamente en proyectos importantes de beneficio mutuo", expresó el gerente ejecutivo de la firma anglo-australiana, Tom Albanese, en un comunicado.
Asociación incómoda
Sin embargo, las relaciones entre China y Australia se han vuelto tensas debido al caso de supuesto espionaje.Los cuatro acusados, el australiano Stern Hu y sus tres colegas chinos Wang Yong, Ge Minquiang y Liu Caikui, fueron arrestados el pasado junio y su juicio empieza el próximo lunes.
En su momento, los cuatro trabajaban en la ronda de negociaciones para fijar el precio de lo que China y otros clientes pagarían en 2009 por el mineral de hierro, un proceso que se lleva a cabo anualmente.
Un mes antes de los arrestos, Rio Tinto desestimó un acuerdo de US$19.500 millones con Chinalco a favor de una asociación con la gigante empresa rival BHP Billiton.
El ministro asutraliano de Comercio, Simon Crean, dijo sin embargo que el proceso no afectará la relación comercial entre los dos países, ni las delicadas negociaciones sobre el precio del mineral.
Por su parte, el primer ministro de Australia, Kevin Rudd, ha criticado el proceso por falta de transparencia -añadió nuestro corresponsal- y adviritó que seguirá muy de cerca el juicio.
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