Fuente: La Vanguardia.
Es la partícula más deseada por los físicos y más odiada por el resto de la población. La que hace exclamar "¡oh, no, otro kilo de más!" cuando uno se sube a una báscula. Y la que debe hacer cuadrar toda la teoría de la física de partículas.
Es el bosón de Higgs, la partícula que origina la masa. Sin embargo, pese a que miles de científicos están dedicando los mejores años de sus carreras a buscarlo, el higgs, como le llaman los físicos en la intimidad, se ha resistido a dejarse ver por ahora.
Ayer el laboratorio Fermilab de EE.UU. presentó los datos de sus últimos esfuerzos para cazar el higgs en el acelerador de partículas Tevatron, el más potente del mundo en la actualidad. Resultado: el higgs se ha escapado de nuevo. Pero estos nuevos datos estrechan el cerco a la huidiza partícula, ya que restringen el número de lugares donde puede esconderse –o, dicho más técnicamente, restringe el rango de masas en que puede encontrarse–.
"Son resultados muy importantes", destaca Matteo Cavalli, director del Institut de Física d'Altes Energies (IFAE), centro que ha participado en la investigación del Tevatron. "Nos aclaran dónde tenemos que buscar el higgs, que es la pieza que nos falta para completar lo que llamamos el modelo estándar", es decir, la teoría que explica el mundo de las partículas elementales como los quarks o los electrones. ¿Y si el higgs tampoco aparece allí? "En ese caso, nuestra teoría se vendrá abajo y la física se volverá aún más interesante".
Los resultados presentados ayer indican que la partícula no debe tener una masa situada entre 157 y 181 GeV/c 2. [No se dejen impresionar por esta unidad que parece tan complicada; si recuerdan la famosa ecuación de Einstein E = mc2, la masa (m) puede expresarse como energía (GeV) dividida por la velocidad de la luz al cuadrado (c 2].
Un experimento anterior realizada en el acelerador LEP del Laboratorio Europeo de Física de Partículas (CERN) en Ginebra había descartado que el higgs pueda tener una masa inferior a 114 GeV/c 2. Y, por razones teóricas de física cuántica, tampoco puede tener una masa superior a 185 GeV/c 2. Esto deja dos rangos en los que es más probable que esté oculto: en las franjas de 114-157 y 181-185 GeV/c 2 (aunque hay que advertir que hay una probabilidad baja, pero no nula, de que siga estando por debajo de 114 o en la franja 157-181).
"En estos momentos hay una clara sensación de carrera entre los aceleradores Tevatron de Estados Unidos y LHC de Ginebra por encontrar el higgs", explica Mario Martínez, director de los grupos del IFAE que trabajan en ambos aceleradores. Por ahora sólo se han analizado un tercio de los datos que se espera recoger en el Tevatron hasta el 2010, lo que alimenta las esperanzas de los científicos que trabajan allí de desenmascarar el higgs. El LHC tiene la ventaja de que generará energías mayores, pero aún no ha empezado a producir datos a causa de una avería que sufrió el pasado septiembre. El plan de trabajo actual prevé que los primeros datos del LHC lleguen en el último trimestre de este año.
"No sabemos qué utilidad práctica tendrán estas investigaciones –reconoce Cavalli–, pero estamos seguros de que tendrán alguna importante": ¿Cómo están tan seguros? "Porque es lo que ocurre con la física. Cuando se descubrió la antimateria, nadie sabía para qué serviría, y hoy se utiliza para diagnosticar enfermedades con escáneres de PET; cuando se descubrió el láser, que es un fenómeno cuántico, tampoco se sabía para qué serviría y hoy tiene un sinfín de utilidades...". Y recuerda las palabras de lord Faraday en el siglo XIX cuando el ministro William Gladstone le preguntó para qué servía la inducción electromagnética que había descubierto: "¡señor, pronto podrá cobrar impuestos por esto!".
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