Sony ha anunciado el despido de 5.000 personas en su plantilla, y la separación de la compañía de sus divisiones de ordenadores y de televisiones. La empresa ha pronosticado pérdidas de 800 millones de euros en el ejercicio fiscal que finaliza en marzo.
En el negocio de los ordenadores, Sony, con su línea de portátiles Vaio de alto diseño, no ha podido competir con los de Apple. Ahora he decidido vender la división a un fondo de inversión por unos 400 millones de euros. Sony participaría en la nueva sociedad con un 5%.
Algo similar pretende realizar con sus televisores, antaño líderes indiscutibles del mercado, con sus Bravia, pero que con la llegada de las pantallas planas quedaron relegados tras el empuje de Samsung y LG. En este caso, Sony desgajaría de la corporación el área de televisión para crear otra sociedad, aunque tendría el 100% de la sociedad. Los despidos procederían de las plantillas de estas dos áreas. Con estas medidas, Sony pretende reducir costes en unos 700 millones de euros anuales.
En los últimos nueve años, los televisores de Sony acumulan unas pérdidas de 6.000 millones de euros y en este ejercicio se le añadirán otros 200 millones.
Actualmente, los mayores beneficios de la corporación japonesa provienen de sus servicios financieros y de la división de entretenimiento (cine, música y videojuegos). Perdida la batalla del ordenador y del televisor, desde hace dos años Sony trata de orientarse hacia los smartphones, para ello rompió su relación con Ericsson, y desde hace año y medio aparece en el mercado con marca propia. Sus modelos Xperia han conseguido relativo éxito, entre la alta gama, aunque de momento solo es el séptimo fabricante mundial de móviles, un negocio también muy competitivo, especialmente en Asia con los fabricantes chinos lanzando modelos de todas las gamas a precios inigualables.
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