Microsoft tiene ya elegido al que va a ser el tercer consejero delegado en sus 38 años de historia. Se trata de Satya Nadella, que en la actualidad ocupa el cargo de vicepresidente responsable de productos para empresas y de la nube, según ha avanzado Reuters citando fuentes cercanas a este ejecutivo. El sucesor de Steve Ballmer será el encargado de llevar adelante la transformación que necesita la dueña del sistema operativo Windows para seguir siendo relevante en el negocio de la computación, ahora que depende cada vez más de los dispositivos móviles y de la gestión de datos.
La búsqueda del sucesor de Ballmer se estaba convirtiendo en un factor de distracción y retrasando el cambio en la organización estructural de la compañía, a la vez que puso en evidencia las disfunciones de su consejo de administración, presidido por Bill Gates y que también podría aprvovechar este cambio para dejar el cargo. La tecnológica de Redmond apuesta así finalmente por alguien de dentro de la casa. Nadella lleva trabajando para Microsoft desde 1992, por lo que conoce su evolución, su cultura y su estructura.
Entre los productos que llevan su firma se encuentran el BizTalk, los productos Office Small Business y el Commerce Server. Pero es sobre todo conocido por la transformación del buscador de Microsoft. Lo que está por ver es si este ingeniero de 46 años de origen indio, graduado en electrónica, ciencias de la computación y administración de empresas, estará a la altura de retar al directorio. Tampoco tiene experiencia como gestor.
Microsoft sigue siendo una de las compañías más rentables en la industria tecnológica. El segundo trimestre del ejercicio fiscal 2014 lo acaba de cerrar con un beneficio de 6.560 millones de dólares, lo que representa un incremento del 3% en un año. La dueña de la tableta Surface y de la consola Xbox elevó un 12% los ingresos en el mismo periodo, a 24.250 millones. Esta cifra record daría a Nadella una buena base a para empezar a ejecutar él mismo el plan de transformación.
Proceso de transformación
Sin embargo, hay muchas piezas en movimiento. Microsoft anunció el 23 de agosto que Ballmer iba a dejar la gestión diaria antes de 12 meses. Comenzó en ese momento la búsqueda del nuevo consejero delegado dentro y fuera de sus filas. Se identificaron inicialmente a más de un centenar de candidatos, lista que quedó reducida a la veintena de nombres. Ballmer dijo desde el principio que Microsoft necesita sangre fresca para acelerar el cambio, con lo que la elección de Nadella planea dudas en este sentido.
Como dijo Bill Gates en la última junta de accionistas, era un hueco muy complicado de cubrir, porque se necesita a la vez a una persona con experiencia a la hora de gestionar un modelo de negocio tan complejo y con la capacidad de liderar una organización que depende tanto de la tecnología. Gates fue el primer consejero delegado de Microsoft; Ballmer el segundo.
Satya Nadella se citó entre los favoritos desde el principio. También a Tony Bates, que entró en la compañía tras la compra de Skype y que se encarga de aspectos estratégicos. Se sumaron desde fuera Stephen Elop, de la recién adquirida Nokia, y Hans Vestberg, de Ericsson. Alan Mulally fue el que más sonó, pero hace unas semanas dijo que no iba a abandonar Ford Motor.
Elop también tenía muchos puntos a su favor, por su experiencia en el negocio de móviles y porque tuvo un cargo ejecutivo en Microsoft. De hecho se le vio por eso como un infiltrado en Nokia. Además, había una coincidencia de calendario. La integración del negocio de dispositivos de la finlandesa, por el que se pagó 5.400 millones de euros, se completará este trimestre.
Ventas de Nokia
El problema es que Microsoft absorbe un negocio en caída y justo cuando Google anuncia la venta de Motorola Mobile. Las ventas de Nokia se redujeron casi un 30% en el año. Sus directivos culpan a la competencia de modelos de bajo coste. En el cuatro trimestre vendió 8,2 millones de unidades del Lumia. Es el doble que hace un año pero un 7% menos que en el tercer trimestre.
Nokia puede ser clave para que Microsoft recupere el terreno perdido en el negocio móvil, pese a que el margen de beneficio suele ser más bajo que el de los programas. El otro cambio estratégico de Microsoft se concentra en sus programas informáticos, para que sean más accesibles a través de Internet. Y ahí, tan importante como el sucesor, es qué hará con Windows.
El sistema operativo es la fundación de Microsoft y de este programa dependen el 30% de los ingresos. El plan presentado hace seis meses por Ballmer busca que sea el punto de unión de todas las partes de este complejo puzzle corporativo, la que de una voz única a todos los sistemas y servicios. Nadella, gracias a su experiencia en las aplicaciones para negocios, servicios en la nube, servidores y el buscador podrá cuanto menos ejecuta sin problemas la mitad del plan de transformación. Sobre el resto, es una incógnita. En cualquier caso, Nadella parecer estar llamado a ser el tercer rey de la historia de Microsoft, la primera empresa de software del mundo.
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