El fabricante de celulares y smartphones Nokia se desprendió del edificio ubicado en Espoo, Finlandia, por u$s222 millones.
A pesar de haber vendido el masivo edificio ubicado cerca de las orillas del mar Báltico, la firma de tecnología no dejará sus oficinas centrales, que cuentan con alrededor de 40.000 metros cuadrados, sino que las alquilará.
La sede central del fabricante de celulares fue adquirida por Exilion, empresa finlandesa que se dedica a la consultoría en software. Desde Nokia estimaron que la transacción quedará finalizada antes de que termine el año.
La cifra es inferior que la estimada inicialmente en octubre, cuando surgieron las primeras versiones acerca de la venta del edificio. En ese momento, el precio de venta se había previsto en entre u$s260 millones y u$s392 millones.
La venta de su sede central se da en el marco de un intento de mejora de las finanzas de la empresa, cuyos últimos balances arrojan resultados negativos, con pérdidas que se sitúan en los miles de millones de dólares, y ha debido recurrir al recorte de puestos de trabajo.
"Hemos tenido un proceso de ventas comprensivo con inversores tanto finlandeses como extranjeros y estamos muy satisfechos con este resultado. Como hemos dicho anteriormente, tener una propiedad no es una parte del negocio central de Nokia y cuando surgen buenas oportunidades, estamos dispuestos a dejar estos activos no esenciales. Continuamos operando naturalmente en nuestra oficina central en un largo plazo", sostuvo Timo Ihamuotila, CFO de Nokia.
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