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2012/06/16

La comunidad científica llama a combatir la superpoblación y el consumismo


Hace apenas un mes, la prestigiosa Royal Society británica publicaba su informe Población y Planeta con el buscaba ofrecer una visión global del impacto que la población humana y su consumo tienen sobre el planeta. Ya entonces, el informe alertaba de las condiciones actuales bajo las cuales más de 1.300 millones de personas viven con menos de 1,25 dólares (1 euro) al día.
Ahora, a pocos días de la Conferencia de ONU sobre Desarrollo Sostenible Río+20 (20-22 de junio), 105 sociedades científicas de todo el mundo -incluida la británica-, agrupadas en la Red Global de Sociedades Científicas (IAP), han hecho un llamamiento para la acción urgente en torno a estos dos retos: el aumento de la población y el consumo. El profesor Charles Godfray, miembro de la Royal Society y presidente del grupo de trabajo de la IAP, asegura que "durante demasiado tiempo, ambos asuntos se han quedado fuera de la agenda política y de la sensibilidad ética".
En su opinión, los dirigentes políticos "tienen una extraordinaria oportunidad para lanzar la iniciativa durante la próxima cumbre en Río". Por este motivo, la declaración conjunta de los miembros de la IAP insta a que "los dirigentes con poder decisión, tanto nacionales como internacionales, actúen individual y colectivamente para atajar estas cuestiones vitales".
A fin de cuentas y tal y como afirma sir Paul Nurse, presidente de la Royal Society, el crecimiento de la población mundial, unido a "unos niveles de consumo sin precedentes, tendrán consecuencias de gran alcance y larga duración para nuestro planeta finito, teniendo un impacto tanto en nuestras generaciones como en las venideras". En esta misma línea, el texto redactado por la IAP advierte de que "cuanto más nos retrasemos en actuar, más drásticas y complejas serán las medidas a adoptar".
La IAP incluye en su declaración una serie de recomendaciones entre las que destaca la introducción de las variables población y consumo en todas las políticas, incluidas aquellas dirigidas a reducir la pobreza, impulsar el desarrollo económico, la educación, la biodiversidad o la igualdad de género. La asociación advierte de la necesidad, fundamentalmente en los países con mayores ingresos, de buscar alternativas sostenibles a las crecientes prácticas de consumo que dañan seriamente los ecosistemas, apostando por una "economía verde".

Aprender del pasado

El documento pone especial énfasis en los países en vías de desarrollo, para "no repetir los mismos errores que se cometieron en el pasado en los países desarrollados". Así, la IAP subraya la importancia de "desarrollar políticas que maximicen los beneficios de una mayor esperanza de vida, que mejoren la calidad de vida de las personas mayores y les brinde la oportunidad de seguir contribuyendo a la sociedad".
Otro de los puntos más destacados en el texto es el referido a las migraciones, que "requieren políticas de aprovechamiento económico y social tanto en los países emisores como receptores", con especial foco a las ciudades, pues se estima que para el 2050, el 70% de la población mundial vivirá en la urbe.
En este sentido, la IAP recomienda "desarrollar e implantar políticas de planificación urbanística que tengan en cuenta las necesidades de consumo y los retos demográficos", sin menoscabo de "capitalizar el potencial económico, social así como los beneficios medio ambientales de las urbes". Para ello, la organización llama a priorizar la investigación en ciencias sociales y naturales que contribuyan a la sostenibilidad del sistema. La declaración concluye afirmando que "todos jugamos un papel: desde los individuos a las ONGs y los sectores público y privado".

RECOMENDACIONES DE LA ROYAL SOCIETY

1. Sacar de la indigencia a los 1.300 millones de personas que viven con menos de 1,25 dólares al día.
2. Estabilizar y posteriormente reducir los niveles de consumo material mediante mejoras drásticas en el uso eficiente de recursos.
3. Liderazgo político y compromiso financiero urgente con los programas sanitarios de reproducción y de planificación familiar.
4. La población y el medioambiente no deben considerarse como dos asuntos separados.
5. Desarrollo del potencial de la planificación urbanística para reducir el consumo material y el impacto ambiental a través de medidas de eficiencia (previsión en el suministro del agua, eliminación de aguas residuales, suministro de energía...).
6. Superar las barreras financieras y no financieras para que todos los jóvenesdel mundo puedan acceder a una educación primaria y secundaria de elevada calidad, garantizando así la igualdad de oportunidades para niños y niñas.
7. La investigación en el ámbito de las ciencias naturales y sociales ha de esforzarse más en averiguar cuál es la interacción que existe entre consumo, cambio demográfico e impacto ambiental.
8. Desarrollo de medidas integrales aplicables a la riqueza por parte de los Gobiernos.
9. Desarrollo de sistemas socioeconómicos que no dependan del crecimientocontinuado del consumo material.

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