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2012/05/04

"¿Qué pasaría si las compañías chinas quisieran internacionalizarse y tener éxito?, pregunta. "Todos sabemos que China es la fábrica del mundo, pero ahora trata de avanzar, está interesándose más en el diseño y el gobierno quiere difundir la imagen de China en el exterior, participar en industrias globales". "Así que, si estas compañías están tan protegidas a nivel nacional, a largo plazo significará que serán incapaces de funcionar en el extranjero". "Pero el gobierno está más centrado en preocupaciones a corto plazo sobre el control y no parece que piensen a futuro". El gato y el ratón Clark considera que Pekín también tendría que ser cauteloso con un posible descontento futuro de los internautas chinos, no sólo porque no pueden a páginas occidentales, sino también por la censura nacional. Cuando las autoridades desactivaron recientemente la función para comentar en microblogs locales, sólo consiguieron mantener la medida durante tres días, luego el servicio volvió a la normalidad. "El Estado y los ciudadanos chinos han estado jugando al gato y al ratón", dice Clark. "Será interesante ver quién gana, aunque no creo que Pekín esté preparado para tirar pronto la toalla".


En los Juegos Olímpicos en ocasiones la victoria o la derrota se define en centésimas de segundo, de ahí la importancia que tiene la tecnología para medir el tiempo.
Mucho ha mejorado ésta desde los juegos olímpicos de Berlín de 1936, cuando un sólo técnico se encargaba de controlar un total de 27 cronómetros.

En los juegos de Londres, los guardianes del tiempo serán un total de 450 profesionales con la ayuda de 800 voluntarios entrenados, que permitirán observar el comportamiento de los atletas en milésimas de segundo.
Una de las competiciones que más atención recibirá por parte de este equipo de expertos en tiempo es la final masculina de los 100m planos, y el hombre que dará la señal de salida será Alan Bell.
Bell utilizará una pistola electrónica totalmente integrada con un sistema de tiempo cuántico, que permitirá medir la carrera casi en una milésima de segundo, 40 veces más rápido que un pestañeo.
Esta pistola envía una corriente eléctrica a los bloques de salida, que cuentan con sistema de presión para evitar falsas salidas, que enciende un oscilador de cuarzo en una consola de tiempo.

Tecnología punta

El sonido del pistoletazo de salida se amplificará a través de altavoces en cada grupo de bloques, para que todos los competidores puedan oírlo al mismo tiempo.
Al finalizar la carrera, un láser se proyecta a través de la línea de meta hacia una célula fotoeléctrica (también conocida como ojo eléctrico). Cuando un atleta cruza el láser, envía una señal a la consola para registrar su marca de tiempo.
Este sistema está sincronizado con una cámara de video de alta velocidad que se puede usar para decidir en última instancia.
Sistemas similares se usarán en ciclismo de pista, con un transpondedor de radio acoplado a la rueda delantera de cada bicicleta emitiendo un código de identificación a una antena ubicada al principio y al fin de la carrera.
En natación, se utilizarán superficies táctiles para registrar cuando el nadador se sumerge en la piscina y cuando toca el extremo de la misma al final de la competición.

Vencer al reloj

Con tanta tecnología ¿Es posible que los atletas venzan al reloj?
Aunque los analistas dicen que no, también admiten que hay trucos para maximizar su rendimiento al principio y al final de la carrera.
Psicólogos deportivos afirman que los atletas se pueden ver influidos por factores sociales, como el tamaño y densidad de la audiencia.
Por ello, competir en casa puede suponer una ventaja para atletas británicos, porque el apoyo de los asistentes incrementaría su rendimiento psicomotor acelerando sus tiempos de reacción.
En natación por ejemplo, terminar la competencia con el brazo totalmente extendido en lugar de tenerlo junto al cuerpo puede significar una importante diferencia en tiempo.
Cualquier segundo cuenta, y en unos juegos como estos, puede ser la diferencia determinante para alcanzar la victoria.

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