México y China empatados en la batalla de los salarios

México empieza a cumplir un viejo deseo: que se eleve el salario promedio de los trabajadores en China, para aumentar con ello la competividad de sus manufacturas en mercados internacionales.

El bajo costo de la mano de obra en el país asiático es una de las razones que tradicionalmente se citan para explicar su alto nivel de exportaciones.

El gobierno de México ha librado durante años una batalla diplomática para presionar a China para que eleve salarios y mejore condiciones laborales, y generar así una competencia equitativa por inversiones y fábricas.
Un anhelo que empieza a concretarse. Estudios realizados por grupos financieros y la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) revelan que la brecha entre el sueldo de trabajadores chinos y mexicanos está prácticamente cerrada.
Y no se debe a los oficios diplomáticos, coinciden analistas, sino a que en la última década las percepciones laborales en el país asiático aumentaron paulatinamente.
En México, mientras tanto, los salarios permanecieron virtualmente estancados, le dice a BBC Mundo Enrique Dussel Peters, coordinador del Centro de Estudios China-México de la UNAM.
"Se puede crecer y escalar tecnológicamente con salarios crecientes, contrario a la hipótesis de que sólo se compite con sueldos a la baja", apunta el investigador.
"En México y Latinoamérica se ha comprendido mal esta versión del crecimiento. Los chinos lo están haciendo al revés".

Pekín espera cerrar 2012 con un aumento en el PIB de 7,5%, una cantidad menor al ritmo que había mantenido en los últimos años. Las estimaciones oficiales de México, en cambio, son crecer 3,5% en su economía.

La tarea

De acuerdo con el reporte Situación Regional Sectorial, elaborado por el Servicio de Estudios Económicos de Grupo BBVA, hace una década el salario promedio de un trabajador chino era de US$90, cantidad que creció a US$390 en el último año.
En contraste el ingreso promedio mexicano era de US$240, que se elevó a los actuales US$390.
Al mismo tiempo, la participación de México en las importaciones que realiza Estados Unidos, especialmente manufacturas, creció en los últimos tres años.
¿Esto se debe a los bajos salarios mexicanos? No por completo, responde Adolfo Albo Márquez, economista en jefe de BBVA y autor del reporte.
Si bien el costo de la mano de obra es fundamental en la producción de manufacturas, hay otros elementos que explican el fenómeno actual.
China vive un inusual proceso de inflación combinado con una caída en el valor real del Yuan, su moneda oficial. A esto se suma un mayor costo del transporte marítimo, mientras que los principales puertos de Estados Unidos están saturados, lo cual dificulta el desembarco de mercancías.
Es un escenario en el que México tiene una ventaja competitiva, explica Albo: la mayor parte de sus productos se envían por tierra, y el Tratado de Libre Comercio ofrece facilidades arancelarias.
Pero, sobre todo, el proceso industrial de algunos productos, como autopartes, electrodomésticos y la elaboración de acero han mejorado sensiblemente.
"Hay sectores que ganan en competitividad, en penetración de mercados y hacen su tarea", le asegura Albo a BBC Mundo.

Triste historia

Los salarios bajos no son una ventaja duradera en la economía internacional, coinciden los analistas, pues en ese terreno siempre habrá algun sitio donde las percepciones sean aún menores que en México.
"Ayer nos quejábamos de los bajos salarios chinos, mañana lo haremos de Vietnam y después de la India", advierte el Dussel. "En 20 años diremos: estos haitianos nos están robando empleos. Es una triste historia de competitividad".
Y es que China, adelanta el investigador, paulatinamente abandona los productos de bajo costo y otras manufacturas para concentrarse en mercados de mayor valor, como la electrónica y la tecnología.
En ese terreno será la competencia del futuro. Y para hacer un buen papel es necesario que toda la economía mexicana aprenda de las empresas exitosas, insiste Albo.
"Veamos los sectores que lo están haciendo bien para que los otros también sigan el camino. Es lo deseable para México".