Âlâ, aunque se parezca mucho a la palabra árabe para «Dios», es «belleza» en turco.
Y el nombre de una revista femenina que está causando sensación en el
sector de los medios de comunicación que tienen a la mujer como público.
Revistas de éxito internacional como Vanity Fair, Harper's Bazaar y
Glamour tienen una dura competidora en Âlâ, que está destinada a las
mujeres turcas que usan hiyab o velo islámico.
Con una tirada de 20.000 ejemplares mensuales, Âlâ se edita, al igual que sus competidoras mundialmente conocidas, en papel de alta calidad. La revista turca se ha promocionado con anuncios que recogen mensajes como «el velo es bello»
y «mi camino, mi elección, mi vida, mi verdad, mi derecho». Las modelos
que posan en sus reportajes visten según una interpretación del canon religioso musulmán
de vestimenta que permite que se muestren rostro y manos, pero no
cabello, brazos y piernas. Además de los reportajes fotográficos de
moda, Âlâ ofrece en sus páginas a sus lectoras consejos de salud, propone interesantes viajes y entrevista a personajes famosos.
Âlâ
se publica en un país oficialmente laico, donde las mujeres no podían
entrar en la universidad con el velo islámico puesto, y el ejército y la
judicatura han sido tradicionalmente las dos principales fuerzas
garantes del laicismo del Estado turco, instaurado por el fundador de la república, Mustafá Kemal Ataturk.
La redactora jefa de Âlâ, Hulya Aslan, es una veinteañera que renunció a
cursar estudios de grado porque la legislación de su país no le
permitía entrar en la universidad con el cabello cubierto por hiyab.
El islam conservador convive ahora con la sociedad de consumo,
y los publicistas y marcas de moda se han dado cuenta de que existen
muchas musulmanas que no quieren vivir vestidas de negro o marrón, y que
están dispuestas a alegrar su imagen con colores y de acuerdo con los preceptos islámicos. Es mucho el dinero que se pude ganar.
El ejecutivo turco está ahora en manos de Recep Tayyip Erdogan y de su partido, el islamista moderado Partido de la Justicia y el Desarrollo. Erdogan, cuya esposa se cubre siempre
que está en público con hiyab, está intentando reformar el cuerpo
legislativo del país para que, conservando la esencia laica, se recojan y
permitan también formas de expresión religiosa. Y para que Turquía deje
de estar «vigilada» por militares y jueces.
No hay comentarios:
Publicar un comentario