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2012/02/08

Los autos estadounidenses que ruedan con piezas soviéticas

El embargo de Estados Unidos a Cuba cumplió 50 años de edad y Washington no muestra señales de querer acabar con esta política. En La Habana, la corresponsal de la BBC, Sarah Rainsford, se pregunta cómo los cubanos han aprendido a adaptarse.
Los automóviles clásicos estadounidenses que llenan las calles de Cuba son un gran atractivo para los turistas extranjeros. Pero para sus propietarios, la mayoría son un enorme dolor de cabeza.

"No es tanto si me gusta", explica Jesús, que emerge de debajo del capó de su Chevrolet color naranja de la década de 1950 que alguna vez tuvo días mejores. "Es todo lo que tengo."
Mantener estos autos rodando es un testimonio del ingenio forzado de los cubanos.
"Hay un montón de piezas de la Unión Soviética", dice Jesús, señalando los pistones, el tanque de agua y mucho más, partes diseñadas para marcas de automóviles con menos estilo como Lada o Volga.
"Los originales son muy difíciles de conseguir, porque son estadounidenses".
EE.UU. ha bloqueado todo el comercio con Cuba durante 50 años. La política se inició durante la Guerra Fría cuando Cuba se alineó cada vez más estrechamente con la Unión Soviética.

"La gente está sufriendo"

Aún permanece y es justificado como una forma de presión para que haya reformas democráticas en la isla comunista.
La Habana está llena de recuerdos de una época diferente cuando los dólares fluían libremente. La torre Habana Libre fue una vez fue el Hotel Hilton. En otra calle está el que fuera el Hotel New York, ahora una vieja fachada de ventanas rotas y paredes que se derrumban.
La confiscación de bienes estadounidenses por parte del gobierno revolucionario de Cuba fue el detonante que originó el embargo.
Sin embargo, tras cinco décadas poco ha cambiado en la isla desde el punto de vista político. Ahora es más pobre.

"Las personas son las que sufren este bloqueo", dice Jesús, usando una frase muy común entre los cubanos. En el pasado fue jugador de baloncesto y ahora es taxista conduciendo su híbrido "Lada-Chevrolet" de los años '50.
"No tenemos acceso a cosas decentes y lo que hay, es más caro. Pero la gente no tiene la culpa de la política", argumenta.
El gobierno cubano dice que el embargo de EE.UU. ha costado US$104.000 millones hasta el momento.
La política -modificada varias veces durante las últimas décadas- prohíbe el comercio, el turismo, la inversión e incluso los préstamos de organismos como el Banco Mundial y el FMI.

Socio natural

El embargo permite algunas excepciones como la importación de alimentos y medicina. Pero cuando la empresa petrolera española Repsol, anunció la iniciativa de explorar áreas submarinas en aguas cubanas en busca de crudo, tuvo que traer una plataforma petrolera de China con piezas estadounidenses que no alcanzan el 10% de la estructura.
clic Lea también: La exploración petrolera cubana ¿menos segura por cuenta del embargo?
La distancia eleva el costo de todo.

"EE.UU. es la mayor economía del mundo a 160 kilómetros de Cuba", dice Ricardo Torres, del Centro estatal para el Estudio de la Economía Cubana.
"En condiciones normales habría sido nuestro socio natural".
Dice que los culpables de que el embargo aún perdure son el poderoso grupo de presión de cubano-estadounidenses.
"Ha habido muchos argumentos para apoyar la política estadounidense; que Cuba se alineó con los soviéticos, el tema de los derechos humanos. Pero EE.UU. tiene relaciones con muchos países que tienen malas referencias en materia de derechos humanos", dice Torres.
"Los cubanos están frustrados de que EE.UU. no cambie su política a pesar de que no se está produciendo lo que están buscando".
En cambio, el gobierno cubano utiliza el embargo como prueba de que EE.UU. tiene una política de agresión contra la isla -una amenaza nacional- por lo que justifica todo tipo de restricciones.

Hasta la década de 1990, los efectos de la sanción de EE.UU. sobre la economía cubana fueron mitigados por los vastos subsidios de la Unión Soviética. El colapso de la URSS. y la consiguiente pérdida de los subsidios tuvo un impacto devastador.
El país luchó a través del "período especial", como era conocido, en busca de nuevos mercados y nuevos aliados. La Venezuela de Hugo Chávez permitió que Cuba pudiese seguir adelante.
Desde que el presidente Barack Obama llegó a la Casa Blanca, el embargo ha disminuido ligeramente. Los cubano-estadounidenses pueden ahora viajar libremente a la isla y ya no están limitados en la cantidad de dinero que pueden enviar.

"Es fabulosa"

También es un poco más sencillo para los turistas estadounidenses viajar directamente, aunque sólo con permisos especiales. El turismo se ha convertido en una fuente vital de ingresos para Cuba desde la caída del bloque soviético.
"Siempre quise venir. Es fabulosa", dice el turista estadounidense Barry Wolfe, que se encuentra en una visita guiada por La Habana Vieja. Su viaje fue organizado legalmente, pero el proceso fue complejo.
"Es una vergüenza. Me gustaría que hubiese una apertura para el paso libre de un lado a otro", dice Wolfe, que llegó procedente del estado de Virginia. "Sin embargo la política es complicada".

Cree que sus compatriotas "inundarían a Cuba" si las restricciones fueran levantadas.
Presumiblemente los habanos enrollados a mano que una vez estuvieron en todas partes de Estados Unidos -30 millones al año- podrían ser la "invasión" pero al revés. Ahora, Europa y China son los principales mercados.
Se dice que el presidente John F. Kennedy ordenó mil puros antes de imponer el embargo comercial.
"Creo que probablemente estimó que el bloqueo duraría un año, y que tres al día serían suficientes", dice Ana López, directora de mercadeo de Habanos.
"Por desgracia, ha durado 50 años. Y ahora los puros cubanos están fuera de Estados Unidos".

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