Las consolas portátiles Nintendo 3DS y PS Vita (la sucesora de la PSP, que llega este mes a España) son magníficas plataformas móviles de juegos, pero además de sufrir en los últimos años la competencia de los populares iPhone y Android, ahora se enfrentan a un nuevo rival: las tabletas. Nintendo y Sony buscan estrategias para mantener sus dispositivos en el candelero. Una encuesta de comScore de octubre pasado reflejaba que dos terceras partes de los propietarios de tabletas en Estados Unidos juega con videojuegos en estos dispositivos de forma regular. Casi uno de cada cuatro (23%) juega cada día. Las consolas dedicadas, pese a ser muy atractivas, empiezan a tener problemas y han optado por bajadas de precios para ganar clientes.
Con ingenios internos como acelerómetros, brújulas, GPS y giroscopios, las pantallas táctiles de los teléfonos avanzados (smartphones) y tabletas suplen la ausencia de botones y otro tipo de mandos de las consolas. Los nuevos chips gráficos de muchos de estos dispositivos táctiles son cada día más potentes.
Como elemento diferencial, Nintendo ya incorporó una pantalla en tres dimensiones, que no precisa de gafas especiales para apreciar su efecto estereoscópico, a su último modelo de consola, la Nintendo 3DS.
El sistema operativo iOS de Apple tiene cerca de 550.000 aplicaciones disponibles, de las que unas 95.000 son juegos. De estos, unos 36.000 son gratuitos y otros 34.000 cuestan 0,79 euros. Otros 9.000 juegos cuestan 1,79 euros. No sólo son muy baratos, sino que ofrecen en muchos casos una calidad similar a la de las consolas.
Además, se descargan al instante desde el propio dispositivo, sin necesidad de ir a una tienda a adquirirlos. Las nuevas consolas han aprendido esta lección y se han adaptado a la descarga remota de sus juegos. Ya se ha visto que las tabletas, y en especial el iPad de Apple, se han comido una parte del mercado del pequeño ordenador portátil.
No obstante, Nintendo España señalaba ayer que, en menos de un año, la consola 3DS ha superado en más de un 35% las cifras de negocio de su antecesora en el mismo periodo. De marzo a diciembre se vendieron en España 330.000 unidades del nuevo modelo. Resultado en caja: 45 millones de euros de la consola en sus primeros diez meses frente a los 33 millones del modelo anterior.
El arranque de la PS Vita de Sony en Japón ha sido decepcionante, con 321.000 unidades en su primera semana y sólo 72.000 en la segunda. La caída de las ventas ha seguido hasta quedarse en 18.000 en su quinta semana.
Con esas cifras, la revista económica Forbes considera que Sony debe afrontar una posible desaparición del mercado de las consolas de videojuegos portátiles.La batalla entre las tabletas y las consolas por hacerse con el juego de movilidad parece que no ha hecho más que empezar, pero va muy rápida.
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