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2012/02/08

Alan Turing no tiene perdón

Alan Turing, el informático y matemático británico que durante la Segunda Guerra Mundial ayudó a descifrar el código de la máquina nazi Enigma, no será héroe nacional. De hecho seguirá siendo un delincuente a efectos de la legislación británica, pues en 1952 fue encarcelado y ayer el Parlamento volvió a denegar su indulto. El delito por el que fue condenado no fue hackear: fue acusado de indecencia por el hecho de ser homosexual en una época en la que resultaba ilegal serlo en Reino Unido.
La Cámara de los Comunes recibió una solicitud de indulto la semana pasada después de que un ciudadano inglés, William Jones, reuniera a través de internet más de 23.000 firmas apoyando la causa y el diputado liberal demócrata, John Leech, se uniera a la iniciativa. Para Leech, Turing es todo un "héroe nacional" y aquella "persecución por ser gay es un auténtico escándalo que no debiéramos prolongar por más tiempo".

La participación de Turing durante la Segunda Guerra Mundial fue esencial para derrotar al Ejército nazi e, incluso, llegó a dirigir el laboratorio de informática en la Universidad de Manchester, desde donde contribuyó de manera determinante al desarrollo de los pilares de la inteligencia artificial. Para muchos un precursor de la informática moderna, Turing fue un visionario, pionero en la construcción de ordenadores programables digitales. Como pago, Reino Unido le juzgó en 1952 y lo condenó a ser castrado químicamente y quedar excluido de cualquier proyecto secreto del Gobierno. Dos años después, sumido en una profunda depresión, Turing se suicidaría con cianuro. Curiosamente, a partir del próximo 23 de febrero, el servicio de Correos lanzará un sello de Turing, uniéndose a la lista de británicos distinguidos, un lanzamiento que ha contado con la aprobación de la reina Isabel II.

"Tratamiento injusto"

No es la primera vez que se plantea el indulto para Turing. En 2009, el informático John Graham Cumming también lo intentó, contando con el apoyo de reconocidos científicos como el zoólogo Richard Dawkins, o de activistas de los derechos LGTB (Lesbianas, Gays, Transexuales y Bisexuales) como Peter Tatchell. Entonces, la moción fue rechazada en la Cámara Alta, con la oposición frontal de Lord McNally, que alegó que "por muy cruel y absurda que parezca hoy la condena, entonces fue declarado culpable de algo que era delito en ese momento". A pesar de ello, el primer ministro, Gordon Brown, pidió disculpas en público y aseguró que el tratamiento recibido por Turing fue "completamente injusto" y "terrible".
El pasado mes de noviembre, Graham Cumming sorprendió en su blog al posicionarse en contra de esta nueva campaña por considerar que, a pesar de ser un perdón necesario, "sería injusto para los otros hombres homosexuales que sufrieron bajo esta misma ley, muchos de ellos aún vivos". El informático remite a la ley de protecciónde libertades, a punto de ser aprobada por la Cámara de los Lores, cuyo capítulo 4 excluye las condenas bajo leyes como la de Turing. "No es exactamente lo mismo que un indulto, pero su efecto sin duda alivia la carga de antecedentes penales de estos hombres vivos", concluye Graham Cumming.

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