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2012/02/08

Reino Unido niega a Alan Turing un indulto póstumo por el delito de ser homosexual

  Alan Turing fue uno de los muchos hombres condenado por ser homosexual en el Reino Unido. Sin embargo, su importancia como pionero de la informática y su labor en la guerra llevó a una petición que superó las 30.000 firmas al Gobierno para que reconociera el error de haberlo condenado, petición que Gordon Brown atendió en 2009. "En nombre del Gobierno británico y todos aquellos que viven en libertad gracias al trabajo de Alan, estoy muy orgulloso de decir: lo sentimos, merecías algo mucho mejor", afirmó el primer ministro.
Sin embargo, tras la emisión en la televisión británica de un documental sobre Turing en noviembre de 2011, se impulsó una nueva petición solicitando un indulto póstumo para el matemático. Una petición que tuvo en contra, entre otros, al científico John Graham-Cumming, impulsor de la petición original. La Cámara de los Lores ha rechazado esta petición con unos argumentos de los que deberían tomar nota los fanáticos de la memoria histórica:
Un indulto póstumo no se ha considerado apropiado ya que Alan Turing fue condenado correctamente por lo que en su tiempo era un delito. El sabía que sus acciones iban en contra de la ley y que se le llevaría ante los tribunales.
Es trágico que Alan Turing fuera condenado por ese delito, y es algo que ahora nos parece tan cruel como absurdo, y particularmente conmovedor dada su enorme contribución al esfuerzo de guerra. Sin embargo, la ley de aquella época obligaba a llevarlo a juicio y desde hace tiempo la política a seguir en estos casos es aceptar que condenas como ésta tuvieron lugar y, en lugar de intentar alterar el contexto histórico y corregir lo que no puede ser corregido, asegurarnos de que nunca más volveremos a cometer los mismos errores.
Alan Turing, un genio matemático
Turing fue uno de los principales pioneros en los campos de la informática moderna y la inteligencia artificial, teniendo entre sus logros la llamada máquina de Turing –un artilugio teórico que permitía distinguir qué problemas se pueden solucionar mediante ordenadores y cuáles no– y el test de Turing, una prueba para establecer cuándo una máquina se ha convertido en un ser inteligente.
Turing también trabajó durante la II Guerra Mundial (1939-1945) en el descifrado de los códigos nazis, particularmente los de la máquina alemana Enigma. Asimismo, el científico dirigió la sección naval Enigma de Bletchley Park, centro inglés de descifrado de códigos germanos durante la contienda, con lo que contribuyó decisivamente a la derrota de la Alemania de Adolf Hitler.
A comienzos de 1952, un joven amante de Turing robó en su casa. Al denunciarlo, Turing reconoció su homosexualidad ante la Policía, con la misma naturalidad con que lo había hecho durante toda su vida. El problema es que por aquel entonces era ilegal, así que fue detenido y condenado por indecencia. Pese a que su papel crucial en la guerra no fue completamente conocido hasta los años 70, se le permitió cambiar la cárcel por un tratamiento de hormonas, por deferencia a sus méritos militares. Turing, que siempre había sido un atleta, vio cómo con aquellas drogas le crecían los pechos y se ponía fofo, lo que le llevó a la depresión.
Se le encontró muerto en el verano de 1954. Había mordido una manzana impregnada con cianuro. Tenía 41 años.

Alan Turing no tiene perdón

Alan Turing, el informático y matemático británico que durante la Segunda Guerra Mundial ayudó a descifrar el código de la máquina nazi Enigma, no será héroe nacional. De hecho seguirá siendo un delincuente a efectos de la legislación británica, pues en 1952 fue encarcelado y ayer el Parlamento volvió a denegar su indulto. El delito por el que fue condenado no fue hackear: fue acusado de indecencia por el hecho de ser homosexual en una época en la que resultaba ilegal serlo en Reino Unido.
La Cámara de los Comunes recibió una solicitud de indulto la semana pasada después de que un ciudadano inglés, William Jones, reuniera a través de internet más de 23.000 firmas apoyando la causa y el diputado liberal demócrata, John Leech, se uniera a la iniciativa. Para Leech, Turing es todo un "héroe nacional" y aquella "persecución por ser gay es un auténtico escándalo que no debiéramos prolongar por más tiempo".

La participación de Turing durante la Segunda Guerra Mundial fue esencial para derrotar al Ejército nazi e, incluso, llegó a dirigir el laboratorio de informática en la Universidad de Manchester, desde donde contribuyó de manera determinante al desarrollo de los pilares de la inteligencia artificial. Para muchos un precursor de la informática moderna, Turing fue un visionario, pionero en la construcción de ordenadores programables digitales. Como pago, Reino Unido le juzgó en 1952 y lo condenó a ser castrado químicamente y quedar excluido de cualquier proyecto secreto del Gobierno. Dos años después, sumido en una profunda depresión, Turing se suicidaría con cianuro. Curiosamente, a partir del próximo 23 de febrero, el servicio de Correos lanzará un sello de Turing, uniéndose a la lista de británicos distinguidos, un lanzamiento que ha contado con la aprobación de la reina Isabel II.

"Tratamiento injusto"

No es la primera vez que se plantea el indulto para Turing. En 2009, el informático John Graham Cumming también lo intentó, contando con el apoyo de reconocidos científicos como el zoólogo Richard Dawkins, o de activistas de los derechos LGTB (Lesbianas, Gays, Transexuales y Bisexuales) como Peter Tatchell. Entonces, la moción fue rechazada en la Cámara Alta, con la oposición frontal de Lord McNally, que alegó que "por muy cruel y absurda que parezca hoy la condena, entonces fue declarado culpable de algo que era delito en ese momento". A pesar de ello, el primer ministro, Gordon Brown, pidió disculpas en público y aseguró que el tratamiento recibido por Turing fue "completamente injusto" y "terrible".
El pasado mes de noviembre, Graham Cumming sorprendió en su blog al posicionarse en contra de esta nueva campaña por considerar que, a pesar de ser un perdón necesario, "sería injusto para los otros hombres homosexuales que sufrieron bajo esta misma ley, muchos de ellos aún vivos". El informático remite a la ley de protecciónde libertades, a punto de ser aprobada por la Cámara de los Lores, cuyo capítulo 4 excluye las condenas bajo leyes como la de Turing. "No es exactamente lo mismo que un indulto, pero su efecto sin duda alivia la carga de antecedentes penales de estos hombres vivos", concluye Graham Cumming.

2009/09/14

Brown pide perdón por el maltrato al pionero de la informática Alan Turing

Fuente: Libertad Digital.

Turing, considerado uno de los pioneros en los campos de la informática moderna y la inteligencia artificial, trabajó durante la II Guerra Mundial (1939-1945) en el descifrado de los códigos nazis, particularmente los de la máquina alemana Enigma. Asimismo, el científico dirigió la sección naval Enigma de Bletchley Park, centro inglés de descifrado de códigos germanos durante la contienda, con lo que contribuyó decisivamente a la derrota de la Alemania de Adolf Hitler.

Tras una petición firmada por más de 30.000 personas en la web del 10 de Downing Street, residencia oficial del jefe del Gobierno británico, para exigir una disculpa póstuma por el caso de Turing, Brown pidió hoy perdón por el "horroroso" dispensado al científico. "En nombre del Gobierno británico y todos aquellos que viven en libertad gracias al trabajo de Alan, estoy muy orgulloso de decir: lo sentimos, merecías algo mucho mejor", afirmó el primer ministro.

"Aunque al señor Turing se le aplicó la ley de la época y no podemos volver atrás en el tiempo, su trato fue, por supuesto, completamente injusto y estoy encantado de tener la oportunidad de decir cuánto lo sentimos por lo que le ocurrió", indicó Brown. Según el premier británico, "no es una exageración decir que, sin su extraordinaria contribución, la historia de la Segunda Guerra Mundial bien podría haber sido muy diferente".

El científico John Graham-Cumming, impulsor de la petición remitida a Downing Street, manifestó su sorpresa por el enorme apoyo que ha recibido la campaña y por la respuesta del Gobierno. "Quería que Alan Turing fuera elevado al panteón de los grandes británicos, pero sentía que sería hipócrita hacerlo sin reconocer que el Reino Unido lo trató tan mal", declaró Graham-Cumming.

Peter Thatchell, del grupo defensor de los derechos de los homosexuales Outrage!, se felicitó por la reacción del Brown, pero remarcó que también merecen una disculpa los 100.000 hombres británicos que se calcula que padecieron una pesadilla similar.

Tras la guerra, Turing diseñó uno de los primeros computadores electrónicos programables digitales en el Laboratorio Nacional de Física del Reino Unido, y poco tiempo después construyó otra de las primeras máquinas computerizadas en la Universidad de Manchester.

Robado y castrado químicamente

En 1951, Turing conoció a la salida de un cine en Manchester (norte de Inglaterra) a un joven obrero gay llamado Arnold Murray, con quien pasó varias noches antes de sufrir un robo en su propia casa. El ladrón resultó ser un conocido de su amante homosexual, que solía cometer sus fechorías en las casas de los hombres con los que se acostaba Murray en la creencia de que no le denunciarían por temor a tener que revelar su condición de homosexuales.

Turing, sin embargo, denunció el robo a la Policía y tuvo que admitir que había mantenido relaciones homosexuales, por aquel entonces un delito penado con la cárcel. A cambio de no ir a prisión tras ser condenado por "indecencia", como el escritor Oscar Wilde medio siglo antes, el matemático aceptó someterse a un tratamiento hormonal destinado a inhibir sus tendencias homosexuales.

La castración química hizo que crecieran sus pechos y se abotargara su figura, un cambio físico que le disgustó profundamente. Esa circunstancia, la prohibición de viajar a Estados Unidos, y la publicidad del caso acumularon tanta presión sobre Turing que se acabó suicidando a los 41 años tras comer una manzana envenenada.

Una estatua del matemático sentado en un banco que se inauguró en 2001 en el Sackville Park de Manchester recuerda a uno de los grandes genios del siglo XX.

2009/08/31

Una disculpa para el matemático que cazó a los nazis

Fuente: El Pais.

Miles de ciudadanos se han sumado a una campaña para que el Gobierno británico ofrezca una disculpa oficial al matemático Alan Turing (1912-1954), que descifró los códigos de las transmisiones nazis durante la Segunda Guerra Mundial, y que se suicidó tras ser condenado por homosexual. Entre los firmantes de la petición se encuentra el novelista Ian McEwan y el biólogo evolucionista Richard Dawkins, según informa la BBC.

La hazaña de Turing se remonta a los años más crudos de la contienda mundial. Como miembro del entonces secreto equipo de científicos de Bletchley Park, Turing lideró la investigación que descifró los códigos de la máquina Enigma, con la que las fuerzas del Tercer Reich ocultaban las comunicaciones sobre sus maniobras. La tarea de Turing y Bletchley Park fue decisiva para conseguir la derrota de las fuerzas del Eje en 1945.

Pocos años después, sin embargo, la proeza de Turing parecía olvidada. En 1952 fue sometido a un proceso judicial bajo la ley de indecencia pública después de que admitiera haber mantenido una relación sexual con un hombre. El eminente matemático oxoniense fue sometido a castración química experimental y se le retiraron los privilegios oficiales, de manera que tuvo que dejar de trabajar para el Cuartel General de Comunicacions Gubernamentales (GCHQ, en sus siglas en inglés). Atormentado por el caso, dos años después Turing se suicidó tras morder una manzana impregnada de cianuro.

Ahora miles de ciudadanos piden una rehabilitación pública de la figura de Turing. La campaña nace impulsada por el ingeniero informático John Graham-Cumming, que pide una disculpa pública por el trato que recibió el joven matemático después de ser condenado. Incluso ha escrito a la reina Isabel II para proponer que Turing sea investido póstumamente como caballero del Imperio Británico.

El trato que recibió "añadió un insulto y una humillación que al final lo condujeron al suicidio", señala el defensor de los derechos de los homosexuales Peter Tatchell, que también apoya la campaña. "Con la muerte de Turing, el Reino Unido y el mundo perdieron una de sus mentes más brillantes. Se le debe desde hace tiempo una disculpa gubernamental y un exoneración póstuma".

Precursor de la inteligencia artificial

Turing es autor de un ingente legado científico. Además de contribuir a la creación de la máquina Bombe, que descifró los mensajes encriptados por el procesador alemán Enigma durante la Segunda Guerra Mundial, el matemático también hizo contribuciones importantes a los campos emergentes de la inteligencia artificial y la informática. En 1936 estableció los fundamentos conceptuales y filosóficos para el advenimiento de los ordenadores en un influyente ensayo titulado On computable numbers.

Más adelante, en 1950, elaboró una prueba para determinar la inteligencia de una máquina, test que hoy se conoce como la prueba de Turing. Consiste en una conversación escrita entre un ser humano y un ordenador, sin ningún tema prefijado ni orientación por parte del operador del terminal. Para que el ordenador pueda aprobar, el ser humano no debe darse cuenta de que está hablando con una máquina. La prueba se basa en que las conversaciones se rigen por unas reglas muy complejas que no se pueden reducir a un código binario.

La Prueba de Turing está premiada con una recompensa de 100.000 dólares pero todavía nadie la ha conseguido, aunque según los expertos algunos terminales están se aproximan a la hazaña.

Tras la guerra Turing formó parte de varias instituciones, incluida la Universidad de Manchester, donde trabajó en el Manchester Mark 1, uno de los primeros ordenadores modernos.

Graham-Cumming admite que es bastante improbable que se produzca una disculpa oficial, dado que Turing no tiene descendientes, pero añade que el verdadero objetivo de la petición es simbólico. "Los más importante es que la gente oiga hablar de de Alan Turing y se de cuenda de su increíble impacto en el mundo moderno, y qué terrible fue el impacto de los prejuicios que recibió".