¿Qué es el bosón de Higgs?
Es una partícula elemental e indivisible que, por ahora, sólo existe en la teoría. Fue descrita en 1964 por tres grupos de físicos, entre ellos el británico Peter Higgs, que le dio nombre.
¿Por qué debe existir?
El bosón de Higgs es la última partícula que falta por descubrir para confirmar el modelo estándar, que clasifica los tipos de partículas indivisibles que existen en el universo en dos: fermiones y bosones. Los primeros son unidades mínimas que al unirse forman los protones, neutrones y electrones de un átomo. Los bosones, a su vez, transmiten fuerzas que mantienen unida la materia. Por ahora se han observado las 16 partículas que componen el modelo estándar. Todas, excepto dos tipos de bosones, tienen masa aunque no se sabe por qué. La partícula número 17, el bosón de Higgs, es la presunta responsable.
¿Cómo funciona el bosón?
El origen de la masa de las partículas no se debe al bosón, sino al campo que lleva asociado. Cuando las diferentes partículas lo atraviesan ofrece a cada una resistencia. Un quark encuentra más resistencia que un electrón, por ejemplo, debido a que interactúa más con el campo de Higgs. Conseguir encontrar el bosón de Higgs equivale a demostrar que existe el campo asociado. Esto permitiría explicar cómo las partículas elementales obtuvieron su masa fracciones de segundo después del Big Bang, lo que a su vez les permitió componer un universo con materia, planetas y vida.
¿Cuándo se encontrará?
Tal vez nunca. El LHC es la única máquina que puede hallarlo. Su método es colisionar hadrones. Estas partículas subatómicas están compuestas por quarks, partículas elementales descritas en el modelo estándar. Los hadrones se unen para formar protones y el LHC los dispara a casi la velocidad de la luz para generar big bangs en miniatura. De estos impactos surgen otras partículas elementales. La inmensa mayoría ya ha sido descubierta y sus propiedades cuadran a la perfección con lo predicho en el modelo estándar. A finales de 2020 el LHC habrá acumulado unos 1.000 billones de colisiones. Entre todas ellas habrá unas pocas que permitirán decir si el higgs existe o no. Será el comienzo de un nuevo reto, ya que habrá que averiguar si las propiedades de esta nueva partícula son las que se esperan de ella.
¿Por qué se le llama 'partícula dios'?
Si hay un tema que cause más interés que el bosón de Higgs es su apodo. Se debe al libro divulgativo de Leon Lederman La partícula Dios: si el universo es la pregunta, ¿cuál es la respuesta?'. El propio Higgs explicó que Lederman no es el culpable del mote, que indigna a muchos científicos y aficionados por sus connotaciones religiosas. Lederman quería llamarlo la partícula maldita (goddamn', en inglés), algo que no gustó a su editor, que acortó el término a 'god'.
Es una partícula elemental e indivisible que, por ahora, sólo existe en la teoría. Fue descrita en 1964 por tres grupos de físicos, entre ellos el británico Peter Higgs, que le dio nombre.
¿Por qué debe existir?
El bosón de Higgs es la última partícula que falta por descubrir para confirmar el modelo estándar, que clasifica los tipos de partículas indivisibles que existen en el universo en dos: fermiones y bosones. Los primeros son unidades mínimas que al unirse forman los protones, neutrones y electrones de un átomo. Los bosones, a su vez, transmiten fuerzas que mantienen unida la materia. Por ahora se han observado las 16 partículas que componen el modelo estándar. Todas, excepto dos tipos de bosones, tienen masa aunque no se sabe por qué. La partícula número 17, el bosón de Higgs, es la presunta responsable.
¿Cómo funciona el bosón?
El origen de la masa de las partículas no se debe al bosón, sino al campo que lleva asociado. Cuando las diferentes partículas lo atraviesan ofrece a cada una resistencia. Un quark encuentra más resistencia que un electrón, por ejemplo, debido a que interactúa más con el campo de Higgs. Conseguir encontrar el bosón de Higgs equivale a demostrar que existe el campo asociado. Esto permitiría explicar cómo las partículas elementales obtuvieron su masa fracciones de segundo después del Big Bang, lo que a su vez les permitió componer un universo con materia, planetas y vida.
¿Cuándo se encontrará?
Tal vez nunca. El LHC es la única máquina que puede hallarlo. Su método es colisionar hadrones. Estas partículas subatómicas están compuestas por quarks, partículas elementales descritas en el modelo estándar. Los hadrones se unen para formar protones y el LHC los dispara a casi la velocidad de la luz para generar big bangs en miniatura. De estos impactos surgen otras partículas elementales. La inmensa mayoría ya ha sido descubierta y sus propiedades cuadran a la perfección con lo predicho en el modelo estándar. A finales de 2020 el LHC habrá acumulado unos 1.000 billones de colisiones. Entre todas ellas habrá unas pocas que permitirán decir si el higgs existe o no. Será el comienzo de un nuevo reto, ya que habrá que averiguar si las propiedades de esta nueva partícula son las que se esperan de ella.
¿Por qué se le llama 'partícula dios'?
Si hay un tema que cause más interés que el bosón de Higgs es su apodo. Se debe al libro divulgativo de Leon Lederman La partícula Dios: si el universo es la pregunta, ¿cuál es la respuesta?'. El propio Higgs explicó que Lederman no es el culpable del mote, que indigna a muchos científicos y aficionados por sus connotaciones religiosas. Lederman quería llamarlo la partícula maldita (goddamn', en inglés), algo que no gustó a su editor, que acortó el término a 'god'.
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