El molusco, Rapana Venosa, ya encontró un hogar permanente en el Río de la Plata, según los científicos.
"Una vez que una especie invasora se logra establecer -y por lo que hemos visto se está reproduciendo sin ningún problema- ya es imposible sacarla", dijo a BBC Mundo Diego Giberto, biólogo del Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas de Argentina (Conicet).
Rapana Venosa es un depredador voraz y se alimenta de almejas, mejillones y ostras.
"Localmente está afectando las pesquerías artesanales de mejillones", explicó Giberto.
El molusco también podría perjudicar la pesca de la corvina rubia. "Este caracol se alimenta de una almeja típica del Río de la Plata, y la corvina rubia -la principal pesquería de esa zona- se alimenta de esa misma almeja. A largo plazo va a tener un efecto negativo".
En la costa uruguaya, "se está expandiendo hacia la zona este. El último reporte que tenemos es en Piriápolis y Punta del Este, y coincide con la presencia de importante bancos de mejillón azul", dijo a BBC Mundo el biólogo Ernesto Brugnoli, de la Facultad de Ciencias de la Universidad de la República, en Uruguay.
Vivo o muerto
El caracol habría llegado a la región en el agua de lastre de barcos provenientes de Asia. Fue detectada por primera vez en 1998, cuando comenzaron a aparecer esporádicamente ejemplares y puestas de huevos."A partir de ahí empezó a crecer exponencialmente en todo lo que es el Río de la Plata. Si bien está hace diez años, recién ahora empieza a ser muy frecuente, lo que significa que ya se ha expandido por toda la región", explicó Giberto.
Con sus 35.000 kilómetros cuadrados, el estuario del Plata es un área muy grande, y "para que sea conspicuo, tiene que haber densidades muy importantes".
Giberto realiza sus estudios en el Instituto Nacional de Investigación y Desarrollo Pesquero, Inidep. "Tenemos un proyecto que empezó este año para investigar exactamente el efecto en las cadenas alimentarias del Río de la Plata y las zonas adyacentes."
En Uruguay, la Facultad de Ciencias lanzó el año pasado una campaña con afiches de recompensa en los que se ofrecía simbólicamente un peso por cada ejemplar entregado "vivo o muerto". El objetivo era concientizar a la población sobre el peligro creado por especies invasoras exóticas.
"Tuvo una respuesta muy buena, lo focalizamos en la época estival, trabajando con niños para que se interesaran por el tema y se informaran sobre el hecho de que este caracol no es nativo sino exótico y los problemas que puede crear. Recibimos cinco mil caracoles", dijo Brugnoli a BBC Mundo.
Pesca artesanal
El caracol no sólo está creando problemas en el estuario platense.
En Estados Unidos está amenazando pesquerías de almejas y ostras en la Bahía de Chesapeake, el mayor estuario nacional en el este del país. También hizo colapsar explotaciones en el Mar Negro donde los pescadores no tuvieron más remedio que comenzar a pescar el caracol para exportarlo a Asia, donde se lo consume como alimento.
¿Cómo podrán los pescadores del Río de la Plata convivir con un invasor que no se puede erradicar?
La pesca artesanal, similar a la que tiene lugar en el Mar Negro, es una de las posibles respuestas según Giberto.
"La idea es exportarlo para consumo en Asia. Estamos viendo pesquerías de caracoles en otros lugares del mundo, donde hay diferentes técnicas".
"Algunos los pescan con buceo o con arrastre. Nuestra idea es hacerlo con trampas como las que se utilizan en el caso de la centolla o el besugo, en las que la especie entra y no puede salir. Ya hicimos pruebas preliminares y funcionan muy bien".
En Uruguay, muchas familias en la costa este dependen de la pesca de mejillones. Brugnoli señala que deben hacerse más estudios para determinar la densidad de las poblaciones de caracoles, su consumo de especies locales y el posible impacto futuro de Rapana venosa.
Pero, según el experto uruguayo, los pescadores locales ya perciben al caracol invasor como una amenaza más para su forma de vida, junto a la sobrepesca y la contaminación.
En Estados Unidos está amenazando pesquerías de almejas y ostras en la Bahía de Chesapeake, el mayor estuario nacional en el este del país. También hizo colapsar explotaciones en el Mar Negro donde los pescadores no tuvieron más remedio que comenzar a pescar el caracol para exportarlo a Asia, donde se lo consume como alimento.
¿Cómo podrán los pescadores del Río de la Plata convivir con un invasor que no se puede erradicar?
La pesca artesanal, similar a la que tiene lugar en el Mar Negro, es una de las posibles respuestas según Giberto.
"La idea es exportarlo para consumo en Asia. Estamos viendo pesquerías de caracoles en otros lugares del mundo, donde hay diferentes técnicas".
"Algunos los pescan con buceo o con arrastre. Nuestra idea es hacerlo con trampas como las que se utilizan en el caso de la centolla o el besugo, en las que la especie entra y no puede salir. Ya hicimos pruebas preliminares y funcionan muy bien".
En Uruguay, muchas familias en la costa este dependen de la pesca de mejillones. Brugnoli señala que deben hacerse más estudios para determinar la densidad de las poblaciones de caracoles, su consumo de especies locales y el posible impacto futuro de Rapana venosa.
Pero, según el experto uruguayo, los pescadores locales ya perciben al caracol invasor como una amenaza más para su forma de vida, junto a la sobrepesca y la contaminación.
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