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2011/07/18

Tras un poder de cómputo más verde

Hace un tiempo cuando analizamos el impacto ambiental que representa Internet así como también sus beneficios quedó en evidencia que uno de los componentes que más inciden a nivel cambio climático son los microprocesadores. Más allá de su consumo energético, es necesario crear una sofisticada infraestructura para mantener la temperatura dentro de los niveles en los cuales estos componentes funcionan de manera óptima.
Según un estudio de Pike Research, en el año 2010, los centros de datos consumieron 202 TWh (terawatt horas) en países como Estados Unidos, donde se encuentran la mayoría de estos, como Akamai, Google, Facebook y Twitter, por nombrar algunos sitios y plataformas. Esta cantidad es suficiente para alimentar 19 millones de hogares modernos y dada la matriz energética preponderantemente de origen fósil de los norteamericanos, basada 45% en la combustión de carbón y 23% en la de gas natural, se traduce en una cantidad nada despreciable en emisiones de gases de efecto invernadero (GEI) emitidos a la atmósfera. Esta cifra incluye únicamente los servidores; se calcula que solo en el 2011 se venderán más de 385 millones de computadoras personales.
Para reducir dichas emisiones, existen dos caminos posibles. Uno de ellos es mejorar la matriz energética, cambiando centrales de carbono por parques eólicos, paneles solares o centrales nucleares (estas presentan otros inconvenientes ambientales pero a nivel cambio climático son amigables). El otro camino posible es mejorar la eficiencia de los centros de datos y computadoras personales, reduciendo su consumo energético.
Intel, el fabricante más grande del mundo de procesadores, viene trabajando sin descanso por este segundo camino. Lorie Wigle, gerente general del Intel Eco Tech Office le comentó a ZD-Net que comparado con el primer billón de computadoras personales que fueron vendidas, el segundo billón será 17 veces más potente y consumirá la mitad de energía.
Cabe destacar que el gigante de los chips no sólo se concentra en lograr eficiencias en términos de consumo energético de computadoras, sino que ha incorporando a la sustentabilidad desde el corazón de la empresa. Está invirtiendo en investigación y desarrollo en nuevas áreas que ellos denominan eco-tecnología. Las áreas son las siguientes ocho:

  • Energía
  • Meteorología
  • Clima
  • Agua
  • Calidad del aire
  • Eventos de fuerza mayor
  • Agricultura
  • Transporte
Proyectos piloto. La empresa ha logrado recientemente importantes avances tanto en edificios inteligentes como en el modelado meteorológico. Trabajó en Francia sobre un nuevo edificio inteligente cuya característica es ser energía positivo es decir que el edificio genera más energía de la que consume. Intel desarrolló una aplicación especial para controlar y optimizar el consumo de equipos informáticos, una categoría que hasta entonces no formaba parte de la red inteligente de edificios como lo es la iluminación y el manejo de los ascensores, entre otros.
A nivel meteorología, está colaborando con el centro de investigación atmosférica de los Estados Unidos para lograr mejores predicciones meteorológicas, especialmente para anticipar desastres naturales como tornados y huracanes.
¿Y por casa como andamos? Para encarar proyectos de sustentabilidad hacia fuera, es clave primero tomar medidas internamente y arrancar por casa. En ese sentido, en los últimos tres años, Intel ha reducido su propio consumo eléctrico por unidad fabricada en un 20%. En el 2008, se convirtió en la mayor compradora de los Estados Unidos de energía "verde" proveniente de fuentes renovables. Recicló o redujo 87 por ciento de sus deshechos químicos y 80 por ciento de los sólidos en el 2007 y en el 2008 dejaron de utilizar productos con plomo o halógenos. A través de una inversión de 100 millones de dólares en programas de conservación, ahorraron 7,6 billones de litros de agua en 2009.
En esta era, en el cuál la tecnología juega cada día un papel más importante y en el cuál un porcentaje ya alto de personas están en contacto casi permanente con dispositivos electrónicos es clave no sentarse en los laureles respecto de los beneficios que traen intrínsecamente estas tecnologías. El mundo conectado a través de microprocesadores trae sin duda gigantescos ahorros en emisiones de GEI.
Si imaginamos que tuviéramos que trasladarnos a cada vez para transmitir toda esta información, no solo sería impensable sino que los gastos en combustibles serían gigantescos. Sin embargo, a pesar de la brecha digital que a nivel mundial es enorme, Internet ya participa en un 1 por ciento de las emisiones. En este contexto, es la responsabilidad de principales compañías del sector de optimizar sus procesos y productos para que la industria de la tecnología informática siga estando del lado de las solución y no del problema.

La Nacion

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