Al hablar de artículos de lujo, la percepción suele ser que los hombres prefieren los automóviles veloces y el whisky, y las mujeres las carteras de diseñadores y las cremas faciales.
Esto podría ser válido para algunos países de Occidente, pero en China no es así.En la nación asiática -uno de los mercados de productos de lujo de mayor crecimiento en el mundo- sucede algo bien distinto, para sorpresa de muchas empresas occidentales que se han visto obligadas a repensar algunos estereotipos que albergaban sobre las preferencias masculinas y femeninas.
Según el diario británico Financial Times, compañías del sector de la moda como la italiana Prada y la estadounidense Coach International (fabricante de productos de cuero), así como la firma francesa de cosméticos L'Oréal y el grupo de bebidas con sede el Londres Diageo, han caído en la cuenta de que los artículos de lujo tienen un perfil más unisex en China y han reajustado su estrategia de forma acorde.
Todas ellas han abierto bien los ojos ante el más reciente hallazgo del marketing: que las mujeres chinas compran muchos más carros deportivos y botellas de whisky que sus congéneres occidentales, mientras que los hombres en China adquieren muchas más carteras y cremas faciales que los varones en Occidente.
Y éste no es un dato menor para los ejecutivos. Según la analista de la BBC Frances Cronin, China es la plaza por conquistar para las empresas de Europa y Estados Unidos, donde los problemas económicos han desalentado el consumo de artículos de lujo.
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¿Mundo al revés?
Los observadores citan varias razones para explicar las "inusuales" preferencias de hombres y mujeres en el gigante asiático.Comenzando por lo general, recuerdan que China tiene hoy en día unos 500.000 millonarios.
Según el banco de inversiones británico Barclays Capital, la población de ese país compra un 12% de todos los productos de lujo a nivel global.
Y para 2020, el gigante asiático se habrá convertido en el mercado de artículos suntuosos más grande del mundo y representará el 44% de las ventas.
Para entonces, China estará comprando más productos de este tipo que lo que adquiere actualmente el planeta entero.
En este contexto de rápida expansión del sector en la segunda economía mundial, las mujeres parecen el género más dinámico.
Según la consultora McKinsey, las chinas están incrementando su gasto en productos de lujo a un ritmo dos veces más rápido que los hombres.
Además, cada vez hay más empresarias mujeres.
Ante esta situación, las empresas han sacado algunas interesantes conclusiones.
Por ejemplo, los fabricantes de autos de lujo han descubierto que el deseo de los ricos de manejar carros veloces es unisex. Maserati dice que el 30% de sus clientes en China son mujeres, mientras que en Europa y EE.UU. ese porcentaje no supera el 5%.
Por su parte, el grupo Diageo afirma que las chinas beben más su whisky Johnnie Walker que los chinos y que, por eso, quiere convertir a la marca en "bilingüe" desde el punto de vista del género.
Carteras masculinas
Quizás uno de los datos que más ha despertado la curiosidad de los expertos en marketing es la comprobación que hizo Coach International: que los hombres representan el 45% del mercado de carteras de lujo y de accesorios en China, un rubro que asciende a US$1.700 millones.Mientras, a nivel global, esa proporción es del 15%.
Un vendedor de la tienda de Prada en Shanghái le dio al Financial Times una posible pista sobre el origen de esta preferencia.
Los chinos adinerados, explicó, buscan carteras masculinas de lujo porque suelen llevar mucho efectivo a cuestas.
"Gastan gran cantidad de dinero, pero numerosos comercios no aceptan tarjetas de crédito", señaló.
Para Victor Luis, el presidente de Coach International, las carteras masculinas son populares en China no sólo porque satisfacen necesidades prácticas, sino también porque, culturalmente, usarlas no disminuye la hombría.
Lo mismo ocurre con las cremas faciales y otros productos cosméticos para hombres, dicen por su parte en L'Oréal.
El grupo francés asegura que vende más artículos de este tipo en China que en Europa occidental.
Según los expertos en marketing, como prueba de ello alcanza con observar, por ejemplo, a los políticos de alto rango (en su mayoría ancianos): en muchos casos, el uso de tintura para esconder las canas es más que evidente.
Lo que ya no puede ocultarse es que, conforme ascienden en la economía mundial, los chinos y las chinas se vuelven cada vez más coquetos. Y esa coquetería rompe, en uno y otro género, los preconceptos occidentales.
BBC Mundo
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