Tal es el interés del alcalde que cualquier universidad puede hacer una oferta hasta el 28 de octubre y a final de año es elegirá al ganador del concurso. En cuanto a la localización, hay tres opciones: Governors Island, Navy Yard o Roosevelt Island, lugares "infrautilizados" en opinión de Bloomberg. Espacio suficiente para alojar 400 compañías y crear 22.000 empleos permanentes en 30 años, además de una actividad económica de alrededor de 6.000 millones de dólares -1.200 millones de dólares en impuestos irían a parar a las arcas de la ciudad-.
Bloomberg se refirió en su discurso al programa de innovación que, en 1862, permitió la creación de universidades como Cornell, MIT, Berkeley o Michigan que hoy son referentes mundiales. "Junto a ellas han llegado descubrimientos pioneros que han ayudado a que Estados Unidos se convierta en la mayor economía del mundo", recalcó.
Es, pues, esa mezcla de la mejor educación capaz de atraer a los mejores alumnos junto al espítiru emprendedor estadounidense que mueve Silicon Valley lo que el alcalde de Nueva York quiere atraer a la ciudad. Ciudad que ya cuenta con 600.000 estudiantes y cada vez más empresas que apuestan por ella como centro de operaciones. Falta poner ambos mundos en contacto, y para Bloomberg un gran campus de ingeniería como el del MIT, Stanford o Berkeley es la clave del proceso.
Un enfoque claro con la referencia de innovadores como Robert Fulton -inventor del barco de vapor-, Samuel Morse -padre del telégrafo-, Charles Pfizer -renovador de las farmaceúticas- o Graham Bell -inventor del teléfono, entre otros- que generaron cientos de miles de empleos en la ciudad durante los siglos XIX y XX. "Nueva York es una ciudad start-up", según esta visión de Bloomberg.
Arrebatar la innovación a Silicon Valley
La iniciativa apunta claramente a la costa oeste de Estados Unidos. Directamente a Silicon Valley: "Durante los años 80 y 90, Silicon Valley, no Nueva York, se convirtió en la capital de las start-up tecnológicas. Y así es todavía", remarcó el alcalde neoyorquino, quien también destacó su esfuerzo por cambiar esta situación que ha convertido a la ciudad en la segunda con más inversión en capital riesgo de Estados Unidos, por delante de Boston, cuna del MIT, y sólo por detrás de Silicon Valley.Aunque un puesto pueda parecer poco, la diferencia es notable. Las compañías fundadas por graduados del MIT generan cada año casi 2 billones de dólares de ingresos. Dinero que, en gran medida, permanece en la ciudad donde se funda la compañía, en muchos casos donde se encuentra la universidad donde sus responsables estudiaron. Y aunque en Nueva York también se da esta situación, "no es suficiente", como reconoce Bloomberg.
También es cierto que cada vez más emprendedores se mudan a Nueva York. Los esfuerzos económicos y logísticos de la ciudad son importantes y así los reconocen tanto las nuevas empresas como las consolidadas. Google, sin ir más lejos, adquirió el pasado año una manzana completa en la Gran Manzana.
Pero la diferencia es notable y, por eso, el plan de Bloomberg es a largo plazo. Su objetivo sería generar, durante los próximos 30 años, 400 nuevas compañías que salgan de la universidad, 7.000 trabajos en la construcción y 22.000 en total, no sólo para graduados de alto nivel, sino también para trabajadores menos cualificados.
Bloomberg ofrece "libertad", "tolerancia", "diversidad" y "dinamismo" a quienes establezcan sus empresas en Nueva York. Es consciente de que "la innovación será el motor del crecimiento económico y la formación económica en el siglo XXI" pero también lo es de que es imposible construir tal tendencia sin una conexión casi perfecta entre sociedad y universidad.
El Mundo
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