Obando es gerente de CECOSPROCAES, una organización que reúne a 600 pequeños productores cafetaleros en Nicaragua, en el departamento de Jinotega, unos 160 kms al norte de Managua.
Al acortamiento en el régimen de lluvias se agregan otros cambios cruciales, como el aumento en la temperatura, que favorece el desarrollo de todo un abanico de plagas.
Y las variaciones observadas en Nicaragua se repiten en otros países de América Latina. "El cambio climático está impactando en el rendimiento y calidad del café y muchos productores han debido trasladarse a zonas más altas para compensar el incremento en la temperatura", señaló a BBC Mundo Peter Laderach, del Porgrama de Decisión y Análisis de Políticas del CIAT, el Centro Internacional de Agricultura Tropical, con sede en Cali, Colombia.
Laderach y su colega Andrew Jarvis, experto en cambio climático, agricultura y seguridad alimentaria del CIAT, han venido investigando el efecto del cambio climático en cultivos en Nicaragua, Colombia y otros países de la región y están trabajando con productores en nuevas estrategias de adaptación.
"Hemos estudiado 50 cultivos y el café es uno de los más sensibles. Tiene un nicho productivo muy reducido, requiere temperaturas de entre 17 y 22 grados. Todas las variedades deben plantarse en ese gradiente de apenas cinco grados", explicó Jarvis.
Según los científicos del CIAT, si Nicaragua no adopta medidas estratégicas de adaptación, el 80% de sus cultivos de café se verán afectados por el cambio climático para el 2050.
Plagas
La pérdida en la producción se ve principalmente en alturas intermedias de 700 a 850 metros sobre el nivel del mar, según Obando."Las áreas que existen actualmente no están produciendo la buena calidad que las caracterizó en años anteriores".
Entre los cambios se observa "un aumento en el número de floraciones, que era de dos a tres hace 15 años y ahora es de tres a cinco, lo que hace que el ciclo biológico de las plagas registre nuevos comportamientos haciendo aún más difícil el manejo de infestaciones".
"El acortamiento del régimen de lluvias afecta el desarrollo adecuado de las plantas, favorenciendo enfermedades como la Antracnosis (Collectotrichum coffeanum), Mancha de hierro (Cercospora coffeícola), Pellejillo (Pellicularia koleroga) y Ojo de gallo (Mycena citricolor), que producen fuertes caídas de hojas y dañan el tejido leñoso de las plantas", señaló Obando.
Pérdidas similares son reportadas por otras asociaciones de cafetaleros en Nicaragua. "El café está sufriendo de derrame, es decir, caída antes de llegar a su estado de madurez . En el café que tiene poca sombra las hojas se deshidratan, perdiendo consistencia, causando la defoliación del árbol", dijo a BBC Mundo Andrés Araus Palacios, coordinador de la organización CECOSEMAC, que reúne a más de 800 productores.
Estrategias
Una de las medidas de adaptación estudiadas por los expertos del CIAT es plantar árboles para sombra. "La sombra puede compensar unos tres grados de temperatura. También estamos modelando el efecto de nuevas variedades más resistentes a la sequía", dijo a BBC Mundo Peter Laderach.
"Aunque a nadie le gusta la idea, algunos cafetaleros en Nicaragua están dejando la variedad Arabica, que es de calidad superior y mejor paga, por otras variedades como Robusta", agregó el experto del CIAT .
"Nuestros productores están introduciendo árboles asociados con el cultivo del café bajo sistemas agroforestales, principalmente banano blanco, ingas, frutales como cítricos, aguacate y pera de agua, y maderables como el laurel y cedro rosa", señaló Obando.
En el caso de la asociación coordinada por Palacios, "las variedades que se adaptan a zonas bajas se están llevando a la zona alta, diversificando el cultivo con café más cacao, naranjas, aguacate, y utilizando la sombra de árboles de madera preciosa, como canelo, níspero, zarcillo y zapote".
Según Obando, sólo como medida extrema los productore están recurriendo a la venta de sus tierras, "por pérdida de fuentes de agua (principal recurso para el procesamiento industrial por via humeda, que requiere el lavado del café con agua limpia después de la fermentación)".
"Aunque a nadie le gusta la idea, algunos cafetaleros en Nicaragua están dejando la variedad Arabica, que es de calidad superior y mejor paga, por otras variedades como Robusta", agregó el experto del CIAT .
"Nuestros productores están introduciendo árboles asociados con el cultivo del café bajo sistemas agroforestales, principalmente banano blanco, ingas, frutales como cítricos, aguacate y pera de agua, y maderables como el laurel y cedro rosa", señaló Obando.
En el caso de la asociación coordinada por Palacios, "las variedades que se adaptan a zonas bajas se están llevando a la zona alta, diversificando el cultivo con café más cacao, naranjas, aguacate, y utilizando la sombra de árboles de madera preciosa, como canelo, níspero, zarcillo y zapote".
Según Obando, sólo como medida extrema los productore están recurriendo a la venta de sus tierras, "por pérdida de fuentes de agua (principal recurso para el procesamiento industrial por via humeda, que requiere el lavado del café con agua limpia después de la fermentación)".
Millones de agricultores vulnerables
Los expertos del CIAT confían en que la región tiene mecanismos para responder al cambio climático.
"La previsión del 80% de áreas afectadas en Nicaragua para 2050 es sólo si en las próximas cuatro décadas no actuamos. Tenemos esperanza en que no se llegará a ese porcentaje, sobretodo cuando consideramos los cambios ya puestos en práctica y las nuevas variedades desarrolladas en los últimos 40 años, pero se requieren acciones urgentes", advirtió Peter Laderach.
Plantar árboles para sombra o implementar otras estrategias significa costos adicionales, para productores que en su mayoría cultivan una o dos hectáreas. Para Alexander Obando, será necesario asignar mayores recursos. "Es cuestión de voluntad política. Tenemos confianza. El efecto de adaptación será mayor o menor en la medida que nuestros productores y todos los que habitamos el planeta cambiemos de mentalidad".
Según Andrew Jarvis, "hay soluciones y ya estamos trabajando en ellas. Pero estamos hablando de cientos de miles de productores de café en la región que están en situación de alta vulnerabilidad".
"Es necesario que los responsables de la toma de decisiones reconozcan que el cambio climático puede impactar la vida de millones de agricultores en América Latina".
BBC Mundo
"La previsión del 80% de áreas afectadas en Nicaragua para 2050 es sólo si en las próximas cuatro décadas no actuamos. Tenemos esperanza en que no se llegará a ese porcentaje, sobretodo cuando consideramos los cambios ya puestos en práctica y las nuevas variedades desarrolladas en los últimos 40 años, pero se requieren acciones urgentes", advirtió Peter Laderach.
Plantar árboles para sombra o implementar otras estrategias significa costos adicionales, para productores que en su mayoría cultivan una o dos hectáreas. Para Alexander Obando, será necesario asignar mayores recursos. "Es cuestión de voluntad política. Tenemos confianza. El efecto de adaptación será mayor o menor en la medida que nuestros productores y todos los que habitamos el planeta cambiemos de mentalidad".
Según Andrew Jarvis, "hay soluciones y ya estamos trabajando en ellas. Pero estamos hablando de cientos de miles de productores de café en la región que están en situación de alta vulnerabilidad".
"Es necesario que los responsables de la toma de decisiones reconozcan que el cambio climático puede impactar la vida de millones de agricultores en América Latina".
BBC Mundo
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