María Jesús Galán, de 54 años, es conocida en la web como "Sor Internet", por su avidez por la computadora y las redes sociales. Este martes fue expulsada de un convento en España y ya tiene hashtags en twitter y grupos en facebook manifestando su apoyo
Una monja de clausura se convirtió en un éxito rotundo en la web. Se trata de María Jesús Galán, una religiosa que vivió en un convento de Toledo, España durante 35 años, fue expulsada esta semana debido a su avidez por la web.
Sor Internet protagonizó varios roces con las superioras de su congregación, unas monjas kenianas que la acusaban de "desequilibrio", lo cual ella no tuvo problema en asumir.
Lo cierto es que esta religiosa libró una ardua batalla para que provean al convento de una computadora con internet, y en sus 24 años al frente del archivo del convento se tomó el trabajo de catalogar y digitalizar sus 119 libros y más de 3 mil documentos.
Dicha labor le valió la Placa al Mérito Regional, otorgada durante el acto del Día Oficial de Castilla-La Mancha, por contribuir a la difusión de tan valiosas piezas históricas a través de la red.
Pero también desató los celos y afrentas por parte de sus superioras, quienes -a ojos de "Sor Internet- sólo están "ávidas de protagonismo".
Si bien trascendió la noticia de su expulsión del convento, esta más bien fue un escape de la monja que dijo "si no me quieren, me voy", y ahora está repleta de ansias, ante la posibilidad de conocer Londres y Nueva York, sueño relegado por su vida de clausura.
Pronto, las muestras de apoyo a través de la web comenzaron a llegar. Primero a través de los 285 amigos que la religiosa tiene en facebook. Luego, a través del hashtag #SorInternet, que tiene cada vez más usuarios de twitter involucrados en la conversación.
También se creó un grupo en facebook: "Para que a sor Internet la readmitan en el monasterio", pero la monja aún no tiene decidido si ése será el derrotero a seguir.
Infobae
Sor Internet protagonizó varios roces con las superioras de su congregación, unas monjas kenianas que la acusaban de "desequilibrio", lo cual ella no tuvo problema en asumir.
Lo cierto es que esta religiosa libró una ardua batalla para que provean al convento de una computadora con internet, y en sus 24 años al frente del archivo del convento se tomó el trabajo de catalogar y digitalizar sus 119 libros y más de 3 mil documentos.
Dicha labor le valió la Placa al Mérito Regional, otorgada durante el acto del Día Oficial de Castilla-La Mancha, por contribuir a la difusión de tan valiosas piezas históricas a través de la red.
Pero también desató los celos y afrentas por parte de sus superioras, quienes -a ojos de "Sor Internet- sólo están "ávidas de protagonismo".
Si bien trascendió la noticia de su expulsión del convento, esta más bien fue un escape de la monja que dijo "si no me quieren, me voy", y ahora está repleta de ansias, ante la posibilidad de conocer Londres y Nueva York, sueño relegado por su vida de clausura.
Pronto, las muestras de apoyo a través de la web comenzaron a llegar. Primero a través de los 285 amigos que la religiosa tiene en facebook. Luego, a través del hashtag #SorInternet, que tiene cada vez más usuarios de twitter involucrados en la conversación.
También se creó un grupo en facebook: "Para que a sor Internet la readmitan en el monasterio", pero la monja aún no tiene decidido si ése será el derrotero a seguir.
Infobae
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