Uno de los desafíos que se propusieron los integrantes de Robot Group fue desarrollar un software para programar robots de forma rápida y sencilla. Para esto optaron por una plataforma de código abierto, a la que puedan acceder gran número de usuarios para programar diferentes tipos de robots.
El proyecto contó con el financiamiento de la Agencia Nacional de Promoción Científica y Tecnológica mediante un aporte no reembolsable del Fondo Fiduciario de Promoción de la Industria del Software (Fonsoft). El aporte, de 70.000 pesos, con el compromiso de una contraparte similar invertida por la empresa, "se utilizó para el desarrollo de un sistema operativo de tiempo real llamado DuinOS, cuya primera versión preliminar (beta) se liberó en septiembre de 2009", narra Da Silva. Luego apareció una segunda versión hecha por una comunidad de usuarios norteamericanos y una tercera, de un grupo de franceses.
También se desarrolló un sistema gráfico, para que chicos o personas con pocos conocimientos técnicos puedan programar los robots mediante íconos. Por último, el equipo de Robot Group está trabajando en un simulador que permitirá probar con robots virtuales los programas que se correrán luego en los reales. "Este componente sirve de ayuda en el aula cuando se enseña robótica y tecnología, o para que los alumnos prueben las actividades en sus casas, para luego bajarlas a los robots físicos en la institución educativa", se entusiasma Da Silva.
Para todos
La compañía fue distinguida en 2006 con el Premio Innovar y participó en 2010 en el stand del Ministerio de Ciencia Tecnología e Innovación en la expo del Bicentenario. Allí, el público pudo ver en acción al N6 y N10, dos modelos de robots desarrollados íntegramente en el país. "Su sistema de construcción llamado Multiplo permite trabajar encastrando bloques como un mecano para armarlos, modificarlos e incorporarles accesorios con el fin de aumentar su interacción con el usuario y el medio", explica Da Silva. Además, los robots poseen microprocesador, sensores y comunicación USB, lo que permite programarlos desde una PC común por medio de un entorno de software amigable.
La diferencia entre ambos modelos es que el N10 está pensado para su uso en instituciones educativas, de colegios a universidades. El N6 tiene una complejidad menor y sus usuarios pueden ser aficionados y jóvenes que quieran dar sus primeros pasos en la robótica. Ambos modelos se fabrican en el país, con un porcentaje de componentes electrónicos importados.
Para este año, mediante un acuerdo comercial con la compañía Seed Studio, comenzarán a fabricar controladores bajo el sistema Multiplo en China, para su posterior distribución al resto del mundo. Como contrapartida, Robot Group distribuirá los componentes electrónicos producidos por Seed Studio en la Argentina.
En tanto, otro de los proyectos para este año, además de continuar con los talleres y cursos de robótica para niños y adultos, es desarrollar un nuevo prototipo de robot, el N4 destinado a los chicos, que se venderá en jugueterías. "La idea es hacer accesible la robótica a cada vez más chicos", dice Da Silva.
La idea es llevar el sistema de construcción de robots Multiplo a más escuelas. "Muchos docentes de la materia tecnología se entusiasman con la idea, pero no cuentan con el material", confiesan los socios de Robot Group. Actualmente, la versión N6 tiene un costo de $ 800 y el N10 unos $ 2000, y reemplazan a equipos importados que cuestan alrededor de 3000 dólares.
"La robótica es una disciplina muy completa. Integra áreas como matemática, electrónica, física y mecánica -asegura Mónica Paves-. Además incentiva el pensamiento lógico, permite aprender jugando y lleva los conocimientos de la teoría a la práctica para hacer funcionar a los robots", destaca, aclarando que en los talleres infantiles y juveniles, que se dictan en la casona de Floresta los sábados, se enganchan tanto varones como chicas.
María Gabriela Ensinck
Aquí también podemos hacerlo Lejos de las películas de ciencia-ficción, la robótica se ha acercado a la vida cotidiana en forma asombrosa durante las últimas décadas. "La robótica está inserta hoy en muchísimas actividades como la agricultura de precisión, equipos para seguridad, medicina e industria, y su desarrollo a futuro es prometedor", afirma Juan Santos, profesor de Robótica e Inteligencia Computacional del ITBA. La entidad fue sede en 2010 de las VI Jornadas Argentinas de Robótica en las que se presentaron numerosos proyectos de estudiantes e investigadores argentinos, en conjunto con instituciones de Brasil y España.
Entre los desarrollos se destacan un minihelicóptero autónomo que realiza vuelos no tripulados, dispositivos de asistencia a personas con capacidades diferentes como una interfaz para comandar una computadora mediante movimientos oculares, un sistema de audición asistida, y un robot que juega al ping-pong. Actualmente no hay en el país una carrera específica, pero existen orientaciones en robótica en las universidades nacionales de San Juan, Córdoba y Buenos Aires. Esta es una de las disciplinas que se espera tendrá mayor demanda de especialistas para el desarrollo de la industria nacional en el mediano plazo.
La Nacion
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