El Gobierno británico, preocupado por el auge de las amenazas del espionaje cibernético, se ofreció el pasado viernes para acoger una conferencia internacional para abordar pormenorizadamente este fenómeno.
El ministro de Asuntos Exteriores británico, William Hague, realizó este ofrecimiento durante su participación en la Conferencia de Seguridad que se celebró el pasado fin de semana en Munich (Alemania), en la que reveló algunos detalles de los últimos ataques contra las redes informáticas del Gobierno británico y la industria de defensa, con el objetivo de subrayar las amenazas del ciberespionaje.
El ministro británico comentó también el caso de Egipto, donde el Gobierno trató de bloquear Internet, las redes telefónicas y las retransmisiones durante las masivas manifestaciones contra el régimen que preside Hosni Mubarak.
Aseguró, asimismo, que el ciberespionaje figura en la agenda de unas 30 organizaciones internacionales aunque todavía no se ha profundizado en este debate.
"Creemos que hay una necesidad de un diálogo más integral y estructurado para crear consenso entre países de ideas afines y para asentar las bases para un acuerdo para fijar los parámetros según los cuales deberían actuar los países en el ciberespacio", dijo.
Según Hague, "el ciberespacio ha abierto nuevos canales que los gobiernos hostiles pueden aprovechar para intentar robar secretos y crear nuevas medidas de presión, lo que permite a los gobiernos no democráticos violar los Derechos Humanos de los ciudadanos".
"(El ciberespacio) ha promovido el miedo a una futura guerra cibernética", opinó el jefe de la diplomacia británica, que ha abogado por que las normas internacionales sobre el uso del ciberespacio se basen en principios como la privacidad individual, la protección de la propiedad intelectual y un esfuerzo colectivo para abordar la amenaza de los criminales que actúan en Internet.
Hague contó que el año pasado un archivo malicioso presentado como informe sobre los misiles nucleares Trident fue enviado a un contratista de defensa por un supuesto empleado de una empresa del sector. "El correo fue detectado y bloqueado pero su propósito era sin duda robar información sobre proyectos de defensa importantes", añadió.
El Gobierno británico ha aprobado una nueva estrategia de seguridad nacional que sitúa los ciberataques y los cibercrímenes como prioridades de alto riesgo y ha destinado 650 millones de libras esterlinas (unos 770 millones de euros) en un programa de ciberseguridad nacional.
El Mundo
El ministro de Asuntos Exteriores británico, William Hague, realizó este ofrecimiento durante su participación en la Conferencia de Seguridad que se celebró el pasado fin de semana en Munich (Alemania), en la que reveló algunos detalles de los últimos ataques contra las redes informáticas del Gobierno británico y la industria de defensa, con el objetivo de subrayar las amenazas del ciberespionaje.
El ministro británico comentó también el caso de Egipto, donde el Gobierno trató de bloquear Internet, las redes telefónicas y las retransmisiones durante las masivas manifestaciones contra el régimen que preside Hosni Mubarak.
Aseguró, asimismo, que el ciberespionaje figura en la agenda de unas 30 organizaciones internacionales aunque todavía no se ha profundizado en este debate.
"Creemos que hay una necesidad de un diálogo más integral y estructurado para crear consenso entre países de ideas afines y para asentar las bases para un acuerdo para fijar los parámetros según los cuales deberían actuar los países en el ciberespacio", dijo.
'Comportamiento aceptable' en la Red
El ministro de Exteriores británico ha afirmado que su país está preparado para albergar una conferencia internacional este año con el objetivo de "discutir las normas de un comportamiento aceptable en el ciberespacio".Según Hague, "el ciberespacio ha abierto nuevos canales que los gobiernos hostiles pueden aprovechar para intentar robar secretos y crear nuevas medidas de presión, lo que permite a los gobiernos no democráticos violar los Derechos Humanos de los ciudadanos".
"(El ciberespacio) ha promovido el miedo a una futura guerra cibernética", opinó el jefe de la diplomacia británica, que ha abogado por que las normas internacionales sobre el uso del ciberespacio se basen en principios como la privacidad individual, la protección de la propiedad intelectual y un esfuerzo colectivo para abordar la amenaza de los criminales que actúan en Internet.
Ejemplos
El titular de Exteriores relató varios ataques recientes contra su Gobierno y contra contratistas de sistemas informáticos del sector de Defensa.Hague contó que el año pasado un archivo malicioso presentado como informe sobre los misiles nucleares Trident fue enviado a un contratista de defensa por un supuesto empleado de una empresa del sector. "El correo fue detectado y bloqueado pero su propósito era sin duda robar información sobre proyectos de defensa importantes", añadió.
El Gobierno británico ha aprobado una nueva estrategia de seguridad nacional que sitúa los ciberataques y los cibercrímenes como prioridades de alto riesgo y ha destinado 650 millones de libras esterlinas (unos 770 millones de euros) en un programa de ciberseguridad nacional.
El Mundo
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