El presupuesto de la Administración Obama de 2012 incluye 126 millones de dólares para el desarrollo de computación a exaescala. El último presupuesto sólo destinaba 24 millones de dólares para supercomputación.
Estos sistemas son capaces de procesar a una velocidad 1.000 veces superior a la del superodenador más rápido de la actualidad, el chino Tianhe-1A.
El Departamento de Energía de la Oficina de la Ciencia obtendrá 91 millones de dólares, mientras que la Administración de Seguridad Nuclear Nacional recibirá 36 millones de dólares, si el presupuesto es aprobado en el Congreso.
La computación avanzada tiene un presupuesto total de unos 465 millones de dólares, un incremento del 21% respecto a 2010.
Los supercomputadores son utilizados para establecer modelos para sistemas complejos. Cuanto mayor es el rendimiento de un superordenador, más exacto puede llegar a ser un modelo, ya sea atmosférico, bélico o sobre el calentamiento global.
Actualmente, las velocidades de las máquinas más avanzadas se miden en términos de petaflop, 1.000 billones de operaciones de punto flotante por segundo.
La computación a exaescala, que muchos expertos creen que alcanzaremos en 2021, multiplicará los actuales estándares por mil. La habilidad de computar en exabytes parece cada vez más necesaria debido a la gran cantidad de información disponible y que no para de aumentar . Hace ocho años había alrededor de 5 exabytes de datos online. Ahora se estima que se generan 21 exabytes por mes.
Los supercomputadores actuales, como el chino Tianhe-1A -el más potente del mundo-, trabajan con medidas de petaflops, mientras que la computación a exaescala pretende dar el salto al siguiente escalafón de la cadena, lo que permitiría medir en términos del prefijo 'exa'.
El problema al alcanzar esta marca de la computación a exaescala se refiere sobre todo a los requerimientos de potencia. Según el especialista en supercomputación Peter Kogge, el desarrollo de la exaescala podría chocar contra un 'muro de potencia'.
El Mundo
Estos sistemas son capaces de procesar a una velocidad 1.000 veces superior a la del superodenador más rápido de la actualidad, el chino Tianhe-1A.
El Departamento de Energía de la Oficina de la Ciencia obtendrá 91 millones de dólares, mientras que la Administración de Seguridad Nuclear Nacional recibirá 36 millones de dólares, si el presupuesto es aprobado en el Congreso.
La computación avanzada tiene un presupuesto total de unos 465 millones de dólares, un incremento del 21% respecto a 2010.
Los supercomputadores son utilizados para establecer modelos para sistemas complejos. Cuanto mayor es el rendimiento de un superordenador, más exacto puede llegar a ser un modelo, ya sea atmosférico, bélico o sobre el calentamiento global.
Actualmente, las velocidades de las máquinas más avanzadas se miden en términos de petaflop, 1.000 billones de operaciones de punto flotante por segundo.
La computación a exaescala, que muchos expertos creen que alcanzaremos en 2021, multiplicará los actuales estándares por mil. La habilidad de computar en exabytes parece cada vez más necesaria debido a la gran cantidad de información disponible y que no para de aumentar . Hace ocho años había alrededor de 5 exabytes de datos online. Ahora se estima que se generan 21 exabytes por mes.
Los supercomputadores actuales, como el chino Tianhe-1A -el más potente del mundo-, trabajan con medidas de petaflops, mientras que la computación a exaescala pretende dar el salto al siguiente escalafón de la cadena, lo que permitiría medir en términos del prefijo 'exa'.
El problema al alcanzar esta marca de la computación a exaescala se refiere sobre todo a los requerimientos de potencia. Según el especialista en supercomputación Peter Kogge, el desarrollo de la exaescala podría chocar contra un 'muro de potencia'.
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