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2011/02/05

Mario reinventa los pasatiempos

En el complejo mundo de los videojuegos en el que cada vez parece más importante crear una historia creíble y contar con personajes que mantengan la solidez del argumento, Nintendo vuelve a irrumpir con una creación 'contra natura' para Nintendo DS en la que plantean puzles que consisten sólo en hacer que una serie de muñecos mecanizados en miniatura con el aspecto de Mario atraviesen el escenario para salir de éste por una puerta. Simple a primera vista, pero con obstáculos que van aumentando la dificultad del reto hasta el punto de la desesperación.
El jugador, más que controlar al personaje, lo que tiene entre manos es el propio escenario. Tendrá que ir reconstruyendo una ruta viable para que los 'minis' sean capaces de atravesar todos los obstáculos y alcanzar a Donkey Kong que, como hace 30 años en la clásica recreativa con el mismo nombre, tiene cautiva a Pauline, una morenaza a la que Mario ya perseguía antes de conocer a la princesa Peach.
A medida que se atraviesan fases, más y más factores van entrando en juego. Si al principio el jugador sólo debía preocuparse de los tornillos que sujetaban un andamio para colocarlo donde quisiera, luego entran escaleras, muelles, plataformas deslizantes e, incluso, las clásicas tuberías que moverán a los minis de un lado al otro de la pantalla.
Detalles como el sentido en el que caminen los minis, huecos por los que estos puedan caer o rebotes contra la pared son los que convierten a esta tercera entrega de la saga Mario vs Donkey Kong en un auténtico 'estrujaneuronas'.
La plataforma para la que se ha creado el título, la Nintendo DS, y el propio estilo del juego hacen inevitable la aparición de la imagen de las clásicas Game&Watch, aquellas maquinitas de un solo juego que triunfaron en los años ochenta. Mario y Donkey Kong ya se vieron las caras en una de esas máquinas.
Entonces, Mario no podía sino escalar el andamio esquivando barriles y alcanzar a liberar a Pauline. Hoy, la DS permite que Mario modifique el plan, que se enfrente al mono directamente, que lo persiga a lo largo de ocho fases en cada uno de los ocho mundos y vuelta a empezar con las mismas fases y los mismos mundos pero en modo experto. Al final de cada mundo un combate cuerpo a cuerpo va midiendo las fuerzas de ambos y Mario suele salir bastante airoso de unos combates que suelen ser mucho más sencillos y relajados que el largo trayecto de repeticiones que llevarán al jugador hasta la lucha final.
Se engloba este Mario vs Donkey Kong en ese grupo de juegos para todos los públicos que está haciendo que Nintendo llegue cada vez a más gente. Es un título que se acerca más a las sopas de letras que a los juegos de tiros cargados de contenido 'gore'. Lo esencial está ahí, disponible para todos. Son las medallas y las puntuaciones de récord lo que harán que los jugadores más entusiastas no puedan dejar la consola hasta que vean las letras de 'FIN' y observen cómo el odioso mono se vuelve a rendir ante su fontanero.

Arquitectos de imposibles

Nintendo añade en esta ocasión una herramienta de edición para que los propios jugadores creen sus puzles con todos los objetos que verán en pantalla.
Además, no solo podrán probarlos y jugarlos con plena libertad, sino que se podrán compartir en línea. De esta forma, la cantidad de posibilidades de nuevos niveles simplemente tiende a infinito.
Mario vs Donkey Kong: ¡Megalío en Minilandia! sale a la venta este viernes 4 de febrero para Nintendo DS con una calificación PEGI 3.

El Mundo

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